Índice

Presentación

Introducción al sufismo

La vida de Šayj Aḥmad al-Tiŷānī

Las condiciones de la Vía Tiŷāniyya

El método de la Vía Tiŷāniyya

Los favores de la Vía Tiŷāniyya

La Fayḍa Tiŷāniyya

Šayj Ibrāhīm Nyasse

Šayj cAbda-l·lāh Djā

Enseñanzas de la Vía Tiŷāniyya

Súplicas de la Vía Tiŷāniyya

Lengua árabe

Fiqh Mālikī

Noticias

Multimedia

Enlaces

Contactar

Libro D: Oración

ÍNDICE

Lista de Abreviaturas

Introducción del Traductor

Libro A: Prefacio del Autor

Libro B: Credo

Libro C: Purificaciones

Libro D: Oración

Libro E: Funerales

Libro F: Ayuno

Libro G: Zakat

Libro H: Peregrinación

Libro I: Alimentación

Libro J: Yihad

Libro K: Juramentos y Votos

Libro L: Matrimonio y Divorcio

Libro M: Derecho Mercantil

Libro N: Manumisión

Libro Ñ: Patrimonio

Libro O: Derecho Penal

Libro P: Derecho Procesal

Libro Q: Derecho de Sucesiones

Libro R: Miscelánea

Libro S: Postfacio

ANEXO I

ANEXO II

ANEXO III


Índice

d1 Capítulo sobre los tiempos de las oraciones y sus nombres.

d2 Capítulo sobre la llamada a la oración (aḏān) y la iqāma.

d3 Capítulo sobre el modo de hacer las oraciones obligatorias y sobre las prácticas supererogatorias y recomendables según la sunna relacionadas con dichas oraciones.

d4 Capítulo sobre el imamato y las reglas concernientes al imâm y a quien le sigue.

d5 Capítulo general sobre la oración.

d6 Capítulo sobre la postración al recitar el Corán.

d7 Capítulo sobre la oración de viaje.

d8 Capítulo sobre la oración del viernes (al-ŷumuca).

d9 Capítulo sobre la oración del temor.

d10 Capítulo sobre la oración de las dos fiestas (al-cîdain) y el takbîr el día de Minà.

d11 Capítulo sobre la oración del eclipse.

d12 Capítulo sobre la oración de petición de lluvia.


d8 CAPÍTULO SOBRE LA ORACIÓN DEL

VIERNES (AL-ŶUMUcA)

[Obligatoriedad de la oración del viernes]

1. Asistir a la oración del Viernes es obligatorio[1].

2. Y ello, cuando se sienta el Imām en el minbar[2] y comienzan los almuédanos a llamar a la oración.

3. La antigua sunna[3] es que los almuédanos se dirijan en ese momento al minarete para hacer la llamada.

4. Entonces[4], se hace prohibida la venta y todo lo que distraiga de ir a la oración.

5. La segunda[5] llamada a la oración fue establecida por los Omeyas[6].

[Condiciones que la hacen obligatoria][7]

6. Se hace obligatoria la oración del viernes cuando hay un núcleo urbano[8] y un grupo de orantes[9].

7. El discurso (juṭba) de la misma es de realización obligatoria antes de la oración en sí[10].

8. El Imām se apoyará sobre un arco o un bastón[11]; y se sentará al principio y a la mitad del discurso[12].

9. Tras el discurso, se reza[13]. El Imām rezará dos rakcas en las que recitará en voz alta[14].

10. En la primera rakca recitará[15] la sūra al-Ŷumuca[16] o similar; y en la segunda, Hal atāka ḥadīṯu-l-gāšiya[17] o similar.

11. Tiene que asistir a la oración del viernes quien habite en la población y quien viva a una distancia de tres millas o menos de la misma[18].

12. La oración del viernes no es obligatoria para el viajero[19], los que se hallan en Minà[20], los esclavos, las mujeres y los niños. Pero si un esclavo o una mujer asisten a la oración, que la recen[21].

13. Las mujeres se situarán tras las filas de los hombres.

14. No deberá asistir a la oración del viernes la mujer joven[22].

15. Se ha de prestar atención al discurso del Imām[23], sentándose la gente de cara a él.

16. Hacer gusl para la oración del viernes es de carácter obligatorio[24].

17. Ir temprano a la oración del viernes es recomendable; mas no durante la primera mitad del día[25].

18. Uno se ha de perfumar[26] y vestir sus mejores ropas para la oración del viernes[27].

19. Preferimos[28] que se retire uno en cuanto se acabe la oración[29] y que no haga oraciones supererogatorias en la mezquita[30].

Se pueden hacer oraciones supererogatorias antes de la oración del viernes[31]. Pero el Imām no debe de hacerlas, si no que ha de ascender al minbar en cuanto entre en la mezquita.


[1]Está permitido no acudir a la oración del viernes sólo en los siguientes casos:

- Enfermedad que le haga difícil o doloroso el dirigirse a la oración.

- Cuidar a un familiar enfermo o a quien no tenga quien le cuide aunque no sea familiar.

- Temor por que la propiedad de uno sufra pérdidas.

- Temor por la integridad física de uno.

- Lluvia fuerte.

- Barro que haga difícil caminar.

[2] Lugar elevado situado en la pared de la mezquita que da a la alquibla (dirección de La Meca) desde donde el Imām se dirige a la gente para emitir el discurso (juṭba) que precede a la oración del viernes.

[3] Se refiere a la sunna en el tiempo de los Ṣaḥāba, ya que en tiempos del Profeta – la paz sea con él – no se hacía el aḏān desde un minarete, si no desde la puerta de la mezquita, ni había más de un solo aḏān.

[4] Cuando se llama el aḏān ante el Imām.

[5] Es segunda porque históricamente se estableció con posterioridad; aunque es la primera llamada que se hace avisando a la gente para que se vaya preparando.

[6] Fue establecido por el Califa cUṯmān ibn cAffān – que Al·lāh esté complacido con él. En tiempos del Profeta – la paz sea con él – sólo había un aḏān que se ejecutaba desde la puerta de la mezquita. En tiempos del Califa cUṯmān, se estableció un aḏān que se ejecutaba en el mercado al medio día para que la gente empezase a recoger. Luego se ejecutaba un segundo aḏān desde el minarete. Posteriormente, en tiempos del Califa Hišām ibn cAbd al-Malik, el aḏān que se ejecutaba en el mercado fue trasladado al minarete al medio día. Luego, cuando se sentaba el Imām en el minbar, se ejecutaba un aḏān ante él.

[7] Las condiciones que hacen obligatoria la oración del viernes son diez:

- que se anuncie el comienzo del tiempo de la oración,

- ser musulmán,

- ser adulto,

- estar mentalmente sano,

- ser varón,

- ser libre,

- no ser viajero,

- no estar enfermo,

- no residir a más de tres millas del núcleo urbano,

- residir permanentemente en dicho núcleo urbano.

Las condiciones de ejecución de la oración del viernes son cuatro:

- que haya un Imām,

- que haya un grupo de orantes,

- que haya una mezquita,

- que se pronuncie un discurso (juṭba).

[8] El núcleo urbano puede ser tanto una ciudad como una aldea siempre que sea permanente.

[9] El grupo de orantes no ha sido especificado por el Imām Mālik. Lo que dice es que debe de ser un grupo de gente tal que su interdependencia les haga independientes de los demás. En base a la opinión transmitida por Ibn Māŷisūn en la Wāḍiḥa, la práctica jurídica en el Magreb (mā ŷarà bi-l-camal fi-l-magrib) es que el grupo ha de ser de treinta hombres libres, adultos y residentes (ver IH en HM, pág. 423). Este grupo de gente ha de residir en la aldea o ciudad para que la oración del viernes se haga obligatoria para ellos. Con otras palabras, la existencia del grupo es condición de obligatoriedad (šarṭ wuŷūb). No obstante, la condición para que la oración sea válida (šarṭ ṣiḥḥa), es que un número mínimo de doce hombres libres, adultos y residentes – exceptuando al Imām – han de asistir a la oración desde el principio del discurso hasta el saludo del final de la oración. Hacemos notar que según Abū Hanīfa el número de asistentes para que se pueda celebrar la oración del viernes son tres más el Imām.

[10] En realidad, se trata de dos discursos. Deberá constar de amonestaciones y buenas nuevas, ser en voz alta y en lengua árabe. No obstante, Abū Ḥanīfa permite que el discurso del viernes se emita en una lengua diferente al árabe; aunque algunos alfaquíes ḥanafíes lo consideran altamente indeseable (makrūh taḥrīmi). Se recomienda que durante el discurso de alabe a Al·lāh y se pidan bendiciones por el Profeta Muḥammad.

[11] A título meritorio. Se puede usar también una espada. Dicho bastón lo sujetará con la mano derecha al contrario del Imām aš-Šāficī, que dice que se sujete con la izquierda. El propósito de que el Imām se apoye en un bastón, arco o espada es que ello le confiera un aire de autoridad.

[12] El sentarse al principio y a la mitad del discurso – o entre los dos discursos – es a título de sunna. El estar de pie mientras se emite el discurso es obligatorio. Se mantendrá el Imām sentado entre los dos discursos el mismo tiempo que se mantiene sentado entre dos postraciones de la oración.

[13] La persona que haga de Imām ha de ser la misma que la que ha emitido el discurso. A no ser que dicho Imām se sienta repentinamente indispuesto; por lo que designaría a uno de los asistentes para que haga de Imām. No hay inconveniente que medie un pequeño espacio de tiempo entre el final del discurso y el comienzo de la oración siempre que este no sea excesivo. Si el Imām pierde el wuḍū’ o sangra por la nariz, la congregación habrá de esperarle si el agua se halla cerca; pero si se haya lejos, se designará a alguien de los asistentes para que haga de Imām.

[14] Durante esta oración, el Imām ha de rezar con la intención de estar dirigiendo en la oración a los presentes. El tiempo de la oración de viernes va desde el mediodía hasta la puesta del Sol. Es recomendable que se haga al principio de su tiempo.

[15] A título recomendable.

[16] Azora del Viernes (62).

[17] Azora del Envolvente (88).

[18] La distancia de tres millas se cuenta desde los límites externos del núcleo urbano, no desde la mezquita. Si vive a tres millas y un tercio de milla, también estará obligado a asistir a la oración del viernes.

[19] No se considera viajero únicamente al que ha recorrido una distancia que le obliga a acortar las oraciones, sino a quien provenga de una distancia mayor que las tres millas que hacen obligatoria la oración del viernes. De ahí que si alguien viene de una distancia superior a las tres millas no puede hacer de Imām en la oración del viernes. No obstante, en la colección de fatwas del Mahdī al-Wazzānī (ver an-Nawāzil al-Ŷadīda al-Kubrà, págs. 520-521) algunos ulemas marroquíes consideran que ello está permitido en contra de la doctrina más difundida del maḏhab (al-mašhūr) y de acuerdo con Ašhab y Saḥnūn.

[20] No sus habitantes; pues para ellos sí es obligatoria la oración del viernes si reúnen las condiciones indispensables para su celebración. Se refiere a los peregrinos del Ḥaŷŷ.

[21] No teniendo después que rezar la oración de ẓuhr.

[22] Es indeseable que la mujer joven asista a la oración del viernes. Y si es excesivamente bella, entonces está prohibido que asista por la gran distracción que ello causaría entre los hombres. En cuanto a la mujer madura, le está permitido hacer la oración en la mezquita; pero lo mejor es que la haga en su propia casa.

[23] Se habrá de prestar atención al discurso del Imām y guardar silencio aunque no alcance a escucharlo. No se deberá desear misericordia (decir yarḥamuka-l-āh) a quien estornuda, ni devolver el saludo, ni hacer gesto a quien habla para que se calle. Se podrá decir āmīn, refugiarse en Al·lāh y pedir bendiciones para el Profeta en silencio; ya que hacerlo en voz alta es indeseable. Según Jalīl, está permitido increpar al Imām si dice algo improcedente.

[24] Se refiere a que es una sunna confirmada. Este gusl ha de estar conectado con el hecho de dirigirse a la oración. No hay inconveniente en que medie entre el gusl y el hecho de salir a la oración un breve lapso de tiempo, que se coma por estar muy hambriento o que se quede uno dormido por que le haya vencido el sueño.

[25] Se debe de ir a partir del mediodía, no antes.

[26] A título meritorio. Se perfumarán sólo los hombres, no las mujeres.

[27] También a título meritorio. Se recomienda el color blanco.

[28] Los seguidores de la escuela mālikī.

[29] Y se acabe el ḏikr que sigue a la misma.

[30] Pues es indeseable hacerlas en dicho momento.

[31] Siempre y cuando el Imām no haya ya ascendido al minbar, pues entonces está prohibido hacer oraciones supererogatorias. Si se diese el caso que mientras se estuviese haciendo una oración supererogatoria el Imām ascendiese al minbar, se debería acortar al máximo dicha oración.

Centro de Estudio y Difusión de la Vía Tiŷāniyya