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Libro D: Oración

Libro E: Funerales

Libro F: Ayuno

Libro G: Zakat

Libro H: Peregrinación

Libro I: Alimentación

Libro J: Yihad

Libro K: Juramentos y Votos

Libro L: Matrimonio y Divorcio

Libro M: Derecho Mercantil

Libro N: Manumisión

Libro Ñ: Patrimonio

Libro O: Derecho Penal

Libro P: Derecho Procesal

Libro Q: Derecho de Sucesiones

Libro R: Miscelánea

Libro S: Postfacio

ANEXO I

ANEXO II

ANEXO III


Índice

d1 Capítulo sobre los tiempos de las oraciones y sus nombres.

d2 Capítulo sobre la llamada a la oración (aḏān) y la iqāma.

d3 Capítulo sobre el modo de hacer las oraciones obligatorias y sobre las prácticas supererogatorias y recomendables según la sunna relacionadas con dichas oraciones.

d4 Capítulo sobre el imamato y las reglas concernientes al imâm y a quien le sigue.

d5 Capítulo general sobre la oración.

d6 Capítulo sobre la postración al recitar el Corán.

d7 Capítulo sobre la oración de viaje.

d8 Capítulo sobre la oración del viernes (al-ŷumuca).

d9 Capítulo sobre la oración del temor.

d10 Capítulo sobre la oración de las dos fiestas (al-cîdain) y el takbîr el día de Minà.

d11 Capítulo sobre la oración del eclipse.

d12 Capítulo sobre la oración de petición de lluvia.


d3 CAPÍTULO SOBRE EL MODO DE HACER LAS ORACIONES

OBLIGATORIAS Y SOBRE LAS PRÁCTICAS

SUPEREROGATORIAS Y RECOMENDABLES SEGÚN LA SUNNA RELACIONADAS[1] CON DICHAS ORACIONES[2]

[Modo de hacer la oración]

1. La introducción (iḥrām) a la oración se hace diciendo Al·lāhu Akbar[3], sin que valga ninguna otra frase más que ésta[4].

2. Mientras elevas tus manos[5] hasta la altura de tus hombros o un poco menos[6].

3. Luego, recitas[7], si se trata de la oración de ṣubḥ[8], en voz alta[9] la primera sūra del Corán (Umm al-Qur’ān o Fātiḥa)[10], sin comenzar diciendo bismi-l-āhi-r-raḥmāni-r-raḥīm[11] tanto al principio de la Umm al-Qur’ān[12] como al principio de la sūra que la sigue[13].

4. Tras decir …wa lā ḍāl-līn[14], dices[15] en voz baja[16] āmīn[17] si rezas solo o tras un Imām.

5. El Imām no ha de decir āmīn cuando recite en voz alta; pero sí lo dirá cuando recite en voz baja. No obstante, hay discrepancia en cuanto a si debe decirlo o no cuando recita en voz alta[18].

6. Luego recitas en voz alta una sūra[19] larga de entre las sūras del mufaṣṣal[20] - y si es más larga mejor[21]- mientras no claree[22].

7. Al acabar la recitación de la sūra haces un takbīr[23] mientras[24] te inclinas hacia la posición de rukūc, poniendo las manos en las rodillas[25], enderezando la espalda[26], sin levantar ni bajar la cabeza y separando los brazos de los costados[27].

8. Tanto la inclinación (rukūc) como la postración (suŷūd) has de hacerlos con sincera sumisión (juḍūc)[28].

9. No se han de hacer súplicas (ducā’) durante la inclinación[29]; pero podrás decir si quieres: subḥāna rabbiya-l-caḍīm wa bi ḥamdih[30], sin que haya límite ni duración concreta en lo que a las palabras o a la inclinación se refiere[31].

10.Luego, mientras te enderezas[32], dices[33]: samica-l-āhu li man ḥamidah[34].

11.Tras ello dices[35]: Al·lāhumma rabbanā wa laka-l-ḥamd[36], si rezas solo[37]; ya que ello no lo dice el Imām.

12.El que reza tras un Imām no dice: samica-l-āhu li man ḥamidah, sino que dice: Al·lāhuma rabbanā wa laka-l-ḥamd.

13.Luego, te enderezas de modo tranquilo y sereno[38].

14.Tras ello, te dispones a postrarte[39] - sin sentarte -, a la vez que pronuncias un takbīr[40].

15.Posas la frente y la nariz en el suelo[41].

16.Pones las palmas de las manos en el suelo[42], dirigiéndolas hacia la qibla[43] y situándolas junto a las orejas o un poco menos[44].

17.Hay amplitud en lo mencionado, mas no se han de apoyar los antebrazos en el suelo ni pegar los brazos a los costados, sino separarlos moderadamente[45].

18.Mientras te postras, tus pies habrán de estar perpendiculares al suelo y con la parte inferior de sus dedos gordos pegada al suelo[46].

19.Si así lo deseas, dices: suḥānaka rabbī ẓalamtu nafsī wa camiltu sū’an fa-gfir-lī[47], u otra fórmula diferente que prefieras decir.

20.También puedes hacer una súplica durante tu postración.

21.La duración de esto no está limitada[48]; pero lo mínimo es que tus miembros lleguen a estar perfectamente inmóviles[49].

22.Luego, levantas tu cabeza[50] del suelo pronunciando un takbīr y te sientas[51], plegando tu pierna izquierda al sentarte entre las dos postraciones y poniendo el pie derecho perpendicular al suelo con la parte inferior de sus dedos tocando el suelo[52], a la vez que levantas las palmas de las manos del suelo y las colocas sobre tus rodillas[53].

23.Luego, vuelves a postrarte tal y como lo hiciste la primera vez.

24.A continuación, te incorporas del suelo desde la postura en que estás, apoyándote con las manos[54]. No te vuelves a sentar para, desde ahí, incorporarte[55], si no más bien haces como ya he indicado.

25.Mientras te incorporas pronuncias un takbīr[56].

26.Seguidamente, recitas tal y como lo hiciste en la primera rakca o un poco menos[57] y repites las mismas acciones con la excepción de que recitarás el qunūt tras la inclinación o, si así lo deseas, antes de la inclinación y después de la recitación[58].

[La súplica del qunūt ]

27.El qunūt[59] es como sigue: Al·lāhumma innā nastacīnuka wa nastagfiruka wa nu’minu bika wa natawakkalu calaika wa najnacu laka wa najlacu wa natruku man yakfuruk. Al·lāhumma iyyāka nacbudu wa laka nuṣallī wa nasŷudu wa ilaika nascà wa naḥfid. Narŷū raḥmataka wa najāfu caḍābaka-l-ŷidd. Inna caḍābaka bi-l-kāfirīna mulḥiq[60].

[Continuación del modo de hacer la oración]

28.Seguidamente, haces al postrarte y sentarte lo que se ha descrito con antelación.

29.Al sentarte tras las dos postraciones, colocas tu pie derecho perpendicularmente al suelo con la parte inferior de sus dedos tocándolo y pliegas tu pierna izquierda, haciendo descansar la nalga sobre el suelo y sin sentarte sobre tu pie izquierdo.

30.Si así lo deseas, inclinas el pie derecho al colocarlo haciendo que la parte lateral de su dedo gordo sea la que toque el suelo; lo cual está permitido[61].

[El tašahhud]

31.Luego recitas el tašahhud[62], el cual es como sigue[63]: At-Taḥiyātu lillāh, az-zakiyyātu llilāh, aṭ-ṭayyibātu-ṣ-ṣalawātu llilāh. As-Salāmu calaika ayyuha-n-abiyyu wa raḥmatu-llāhi wa barakātuh. As-Salāmu calainā wa calà cibādi-l-lāhi-ṣ-ṣālihīn. Ašhadu an lā illāha illā-l-lāhu waḥdahu lā šarīka lahu, wa ašhadu anna Muḥammadan cabduhu wa rasūluh[64].

[Las bendiciones al Profeta – la paz sea con él – tras el último tašahhud

y las súplicas meritorias que le siguen ]

32.Y si haces el saludo final de la oración (salām) después de esto te es suficiente[65]; pero puedes añadir lo siguiente: Wa ašhadu anna-l-laḍī ŷā’a bihi Muḥammadun ḥaq, wa anna-l-ŷannata ḥaq, wa anna-n-nāra ḥaq, wa anna-s-sācata ātiatun lā raiba fīhā, wa anna-l-lāha yabcaṯu man fī-l-qubūr[66]. Al·lāhumma ṣalli calà Muḥammadin wa calà āli Muḥamad, wa-rḥam Muḥammadan wa āla Muḥammad, wa bārik calà Muḥammadin wa calà āli Muḥammad. Kamā ṣallaita wa raḥimta wa bārakta calà Ibrāhīma wa calà āli Ibrāhīm fī-l-cālamīna innaka ḥamīdun maŷīd[67]. Al·lāhumma ṣalli calà malā’ikatika wa-l-muqarrabīn, wa calà anbiyā’ika wa-l-mursalīn, wa calà ahli ṭācatika aŷmacīn[68]. Al·lāhumma gfir lī wa li-wālidayya wa li-a’immatinā wa li-man sabaqanā bi-l-īmāni magfiratan cazmā[69]. Al·lāhumma innī as’aluka min kulli jairin sa’alaka mihu Muḥammadun nabiyyuk, wa acūḍu bika min kulli šarrin stcāḍaka minhu Muḥammadun nabiyyuk[70]. Al·lāhumma gfir lanā mā qaddamnā, wa mā ajjarnā, wa mā asrarnā, wa mā aclannā, wa mā anta aclamu bihi minnā[71]. Rabbanā ātinā fi-d-duniā ḥasanatan wa fi-l-ājirati ḥasanatan wa qinā caḍāba-n-nār[72]. Wa acūḏu bika min fitnati-l-maḥyà wa-l-mamāt, wa min fitnati-l-qabr, wa min fitnati-l-masīḥi-d-daŷāl, wa min caḍābi-n-āri wa sū’i-l-maṣīr[73]. As-Salāmu calaika ayyuha-n-abiyyu wa raḥmatu-llāhi wa barakātuh. As-Salāmu calainā wa calà cibādi-l-lāhi-ṣ-ṣālihīn[74][75].

[Saludo final]

33.Luego, dices[76]: as-salāmu calaikum[77], profiriendo este saludo una sola vez hacia la derecha. Lo diriges hacia el frente, para girar luego la cabeza ligeramente hacia la derecha[78]. Esto en cuanto al Imām y al que reza individualmente.

34.En cuanto al que es dirigido en la oración (ma’mūn), saluda una vez girando la cabeza ligeramente hacia la derecha[79]; devuelve al frente[80] otro saludo dirigiéndoselo al imām[81]; y vuelve a devolver[82] otro a quien le hubiese saludado desde su izquierda. En el caso en que nadie le hubiese saludado[83], no devolvería saludo alguno hacia la izquierda.

[Modo de colocar las manos durante el tašahhud]

35.Durante el tašahhud, se colocarán las manos sobre los muslos[84] y se cerrarán los dedos de la mano derecha, extendiendo el dedo índice como si señalase. El lado del dedo índice deberá quedar frente al rostro.

36.Hay discrepancia en cuanto a si debe[85] o no mover el dedo índice[86]. Según una opinión, el extender el dedo[87] significa la creencia en Al·lāh como dios único. Según la opinión de quienes lo mueven, se trata de un modo de ahuyentar a Šaiṭān. Personalmente creo que se trata[88] de un modo de recordar que se está rezando, de tal forma que – si Al·lāh lo quiere – se pueda evitar el equivocarse y distraerse mientras se reza[89].

37.Se extenderá la mano izquierda sobre el muslo izquierdo[90] sin moverla ni señalar con la misma.

[Ḏikr meritorio al finalizar la oración obligatoria]

38.Es meritorio que después de las oraciones se haga ḍikr[91], glorificando a Al·lāh[92] treinta y tres veces, alabándole[93] treinta y tres veces y enalteciéndole[94] treinta y tres veces. Y completa las cien diciendo: lā ilāha illā Al·lāhu waḥdahu lā šarīka lah. Lahu-l-mulku wa lahu-l-ḥamdu wa huwa calà kulli šai’in qadīr[95].

39.Es meritorio, tras la oración de la mañana (ṣubḥ), permanecer haciendo ḍikr, pidiendo perdón (istigfār), glorificando (tasbīḥ) y rogando (ducā’) hasta el la salida del Sol o un poco antes. Mas no es obligatorio[96].

40.Se rezarán[97] las dos rakcas del alba (faŷr) antes de la oración de la mañana (ṣubḥ) y después del despuntar del alba, en las que se recitará en cada rakca la primera sūra del Corán (Umm al-Qur’ān o Fātiḥa) en voz baja[98].

[Oración de ẓuhr]

41.La recitación de la oración del mediodía (ẓuhr) es[99] como[100] la de la mañana (ṣubḥ) en cuanto a la longitud de sus sūras[101], o un poco menos[102].

42.En esta oración, no se deberá recitar nada en voz alta. En la primera y segunda rakca, recitará la primera sūra del Corán y otra sūra en voz baja. Y en las dos últimas, sólo la primera sūra del Corán en voz baja[103].

43.En su primera sentada (ŷalsa), pronunciará el tašahhud hasta que diga wa ašhadu anna Muḥammadan cabduhu wa rasūluh.

44.Luego, se levantará sin pronunciar el takbīr hasta que no esté completamente erguido, si es el Imām o reza solo. Pero si es dirigido en la oración (ma’mūn), se levantará cuando el Imām pronuncie el takbīr, pronunciándolo él mismo una vez esté erguido.

45.En lo que queda de oración, se procederá –en cuanto a las inclinaciones (rukūc), postraciones (suŷūd) y sentadas (ŷulūs)– del mismo modo en que se ha descrito anteriormente con respecto a la oración de la mañana (ṣubḥ).

[Oraciones supererogatorias]

46.Tras esta oración se podrán realizar oraciones supererogatorias, aconsejándose que se hagan cuatro rakcas[104], en las que se saludará al final de cada dos.

47.También se aconseja lo mismo antes de la oración de la tarde (caṣr)[105].

[Recitación en el resto de las oraciones]

48.En lo que a la oración de la tarde se refiere (caṣr), realizará exactamente lo mismo que hemos descrito para la oración del mediodía (ẓuhr). Excepto que en las dos primeras rakcas, recitará –tras la primera sūra del Corán (Umm al-Qur’ān o Fātiḥa)– sūras cortas tales como wa-d-duḥà[106], innā anzalnāhu[107], etc..

49.En cuanto a la oración de magrib, la recitación se hará en voz alta en sus dos primeras rakcas, recitando en cada una de ellas la primera sūra del Corán y una sūra de las cortas[108]. En la tercera rakca, sólo recitará la primera sūra del Corán[109]. Luego, recitará el tašahhud[110] y hará el saludo final.

50.Es meritorio realizar dos rakcas supererogatorias tras esta oración, siendo mejor todo lo que se añada de más. Y si realiza seis rakcas supererogatorias, será excelente; pues es muy recomendable todo tipo de práctica supererogatoria entre la oración de magrib e cišā’[111].

51.En cuanto al resto de las otras cuestiones relacionadas con la oración de magrib, son idénticas a las mencionadas con respecto a las otras oraciones.

52.En cuanto a la última[112] cišā’, que se trata de al-catma (si bien el nombre de cišā’ es el que mejor la designa y conviene), se recitará en voz alta en cada una de las dos primeras rakcas la primera sūra del Corán y otra sūra más; siendo la recitación en esta sūra un poco más larga que en la oración de caṣr[113]. En cada una de las dos últimas rakcas, se recitará en voz baja la primera sūra del Corán, realizando el resto de la oración según las indicaciones arriba especificadas.

53.Es indeseable dormir antes de esta oración[114] y mantener conversación después de la misma, a no ser por necesidad.

54.La recitación en silencio durante la oración estriba toda ella en mover la lengua[115] al pronunciar las palabras del Corán[116].

55.En cuanto a la recitación en voz alta, estriba en escucharse a sí mismo y en que le escuche quien se halle cerca[117], si reza por cuenta propia[118].

56.La recitación en voz alta de la mujer será más baja que la del hombre[119].

57.En cuanto a la forma de rezar de ella, será idéntica a la del hombre, con la excepción de deberá de juntar sus muslos y brazos sin separarlos. Manteniéndose recogida y replegada al sentarse, al postrarse y en todas la demás posiciones[120].

[Oraciones de šafc y witr]

58.Luego[121], rezará las oraciones de šafc [122]y witr [123]en voz alta.

59.Es, asimismo, meritorio rezar las oraciones supererogatorias nocturnas en voz alta y las diurnas en voz baja. Aunque está permitido el rezar en voz alta oraciones supererogatorias durante el día[124].

60.La oración de šafc mínima[125] consta de dos rakcas.

61.Es meritorio recitar en la primera rakca la primera sūra del Corán y la sūra “ṣabbiḥi sma rabbika al-aclà”[126]; y en la segunda, la primera sūra del Corán y la sūra “qul yā ayyūhā al-kāfirūn”[127]. Para luego hacer el tašahhud y el saludo final.

62.Luego, se rezará la oración de witr, que consta de una rakca, en la que recitará[128] la primera sūra del Corán y la sūra “qul huwa Al·lāhu ahad”[129] y las sūras llamadas al-mucawwiḏatain[130].

63.Si se hace la oración de šafc más larga[131], se cerrará al final con una oración de witr.

[Recomendación de realizar oraciones supererogatorias nocturnas (tahaŷŷud)]

64.El Mensajero de Al·lāh - la paz y las bendiciones de Al·lāh sean con él - rezaba durante la noche doce rakcas (según otra transmisión, diez)[132] que cerraba luego con un witr.

65.La mejor parte de la noche para llevar a cabo actos de adoración es su final. Es preferible que se retrasen las oraciones supererogatorias y el witr hasta el final de la noche. Pero quien usualmente no se despierte en dicho momento, que adelante su witr y las oraciones supererogatorias que desee realizándolas al principio de la noche. Luego, si así lo desea, al despertarse al final de la noche, realizará las oraciones supererogatorias que quiera de dos en dos rakcas, sin que tenga que repetir el witr.

66.A quien le venza el sueño y no pueda realizar su ḥizb[133], lo podrá rezar entre el alba y el inicio del clarecer (isfār). Tras ello, realizará el witr y rezará la oración de ṣubḥ.

67.Quien recuerde el witr tras haber rezado la oración de ṣubḥ ya no podrá recuperarlo[134].

[Oración de saludo a la mezquita al entrar en la misma]

68.Quien entre en la mezquita estando en wuḍū’ no se sentará hasta que no rece dos rakcas[135], si es en un tiempo en que se permite realizar el rukūc[136].

69.Quien entre en la mezquita y aun no haya realizado la oración del alba (faŷr), le valdrán para ello las dos rakcas de la oración del alba.

70.Hay discrepancia en el caso de si hubiese realizado la oración del alba en su casa y luego se hubiese dirigido a la mezquita. Se dice que debería de realizar la oración de saludo a la mezquita. Y también se dice que no debería[137].

No se ha de realizar oración supererogatoria alguna entre el alba y la salida del sol excepto las dos rakcas del alba[138].


[1] Con esto se refiere a las oraciones supererogatorias que se efectúan antes y después de la oración de ẓuhr, las que se efectúan antes de la oración de aṣr, las que se efectúan después de la oración de magrib y de cišā’.

[2] El autor no indica, a lo largo de su descripción de la manera en que se hace la oración obligatoria, qué partes de dicha oración son obligatorias, cuáles son sunnas confirmadas y cuáles meritorias. Ello, sin embargo, lo indicaremos a medida que vaya describiendo la oración.

Quien haga la oración tal y como en la obra queda descrita aun sin saber cuáles de sus partes son obligatorias, cuáles sunna y cuáles meritorias le será válida, siempre y cuando crea que parte o toda la oración es de carácter obligatorio. Ahora bien, si cree que toda la oración es sunna confirmada o meritoria, entonces no le será válida. De todos modos el creyente ha de conocer tanto la manera de hacer la oración como el grado de obligatoriedad de sus distintas partes.

[3] A esta frase de introducción en la oración se la llama takbiratu-l-iḥrām y su significado es “Al·lāh es el más grande”. Y no se debe prolongar la primera “a” de la palabra Al·lāh, ni se debe prolongar la segunda “a” de la palabra akbar.

[4] Quien no sepa árabe suficiente no ha de traducir esta frase, sino que se limite a entrar en la oración con la mera intención. El decir esta frase es obligatorio tanto para el Imām, para el que reza detrás de él, como para el que reza solo. Es, asimismo, obligatorio decirla estando de pie, excepto para aquel que se halla en retraso con respecto al Imām detrás del cual reza por hallarse dicho Imām ya inclinado (o sea por hallarse el Imām ya en rukūc). En dicho caso, le es válida la introducción, pero la rakca le cuenta o no según si haya proferido la frase (takbiratu-l-iḥrām) de pie o estando ya inclinado. La frase de introducción (takbiratu-l-iḥrām) ha de estar acompañada de la intención de entrar en la oración, si no, no es válida. Asimismo, es meritorio proferir la frase en voz alta.

[5] Esta elevación de las manos es tan sólo meritoria y se realiza haciendo que las palmas de las manos miren hacia el suelo, mientras que el dorso de la mano mira hacia cielo.

[6] En cuanto al hombre, puede elegir elevar las manos hasta la altura de los hombros o un poco menos; pero la mujer - según transmite al-Qirāfī (ver AZ en TH, pág. 102; AH en KF, vol I, pág. 228; y NF FQ, vol. I, pág. 176) - ha de elevar las manos hasta una altura un poco inferior a la de los hombros. En cuanto al juicio legal que corresponde a esta acción es el de meritorio. Asimismo, la postura mas difundida (mašhūr) es que sólo se elevan las manos de esta forma en el momento de entrar en la oración y no al proceder a realizar la inclinación (rukūc) o al levantarse de la misma. En esta cuestión, la escuela mālikī coincide con la ḥanafī, siendo la prueba argumental de la escuela mālikī los ḥadīces que sustentan esta postura y que coinciden - y por lo tanto son reforzados en virtud de dicha coincidencia - con la Práctica de la Gente de Madīna (camal ahl al-Madīna) (IR en BM I-134).

Obsérvese que el autor no hace referencia alguna al hecho de situar la mano derecha sobre la izquierda en el pecho (qabḍ). Por lo que de modo implícito se sobreentiende que los brazos quedan en su postura natural que es la de dejarlos caer libremente a lo largo de los costados (sadl). Y, en efecto, esta es la postura más difundida en la escuela mālikī: es indeseable colocar la mano derecha sobre la izquierda en el pecho (qabḍ) cuando se trate de una oración obligatoria. En este punto, la escuela mālikī se separa y distingue del resto de las otras tres escuelas. La prueba que sustenta esta postura se puede argumentar en dos aspectos. Uno es el que elige IR en BM, vol. I, pág. 137 donde afirma que la mayoría de los hadīces transmitidos por los Compañeros del Profeta (la paz sea con él) donde se explica la forma en que éste hacía la oración no mencionan el detalle del qabḍ. El otro modo de argumentarlo es el que elige IL en FW vol. I, págs. 105 y 125 el cual está basado en que el sadl forma parte de la Práctica de la Gente de Medina, la cual tiene preferencia sobre el ḥadīṭ cuando ambos se contradicen. Como ilustración de ello, veamos un fragmento de una de la fatwas de IL en FW vol. I, pág. 105:

“Has de saber que el dejar caer los brazos a lo largo de los costados (sadl) en la oración está firmemente establecido por la Sunna. Lo hizo el Profeta y ordenó que se hiciese por Consenso (iŷmac) de los musulmanes. Además de que hay consenso por parte de los Cuatro Imāmes de que es permitido hacerlo en la oración. Esto está tan ampliamente difundido entre los seguidores de dichos Imāmes que forma parte del Conocimiento Necesario del Din (maclūm min ad-dīn bi aḍ-ḍarūra). Se trata de la primera manera y la última manera en que rezó y ordenó que se rezase el Profeta, la paz sea con él.

La prueba de que se trata de la primera manera en que el Profeta rezó y ordenó que se rezase consta en el ḥadīṯ seleccionado y mencionado por Mālik, que Al·lāh esté complacido con él, en el Muwaṭṭa’, transmitido por Sahl b. Sacd y al que se ciñeron al-Bujārī y Muslim, cuyo texto es: "Se les ordenaba a la gente que la persona pusiese su mano derecha sobre su antebrazo izquierdo en la oración". La prueba de ello radica en que el hecho de que se les ordenase colocar las manos de la manera mencionada (qabḍ) implica que antes las dejaban caer a los costados (sadl). Si así no fuese, se trataría de una instrucción superfluamente reiterativa, cosa impensable en el Legislador, la paz sea con él.

Es, asimismo, de sobra conocido que los Compañeros no practicaron el sadl a no ser por haber visto al Mensajero, la paz sea con él, hacerlo. Pues él les ordenó que así lo hiciesen al decirles: "Rezad tal y como me veáis hacerlo".

En cuanto a la prueba que demuestra que el sadl es la última manera en que rezó y ordenó que se rezase el Profeta, radica en su práctica continuada por parte de los Compañeros (Ṣaḥāba) y los Seguidores (Tābicīn). Hasta tal punto que Mālik dijo - según lo transmite Ibn al-Qāsim en la Mudawwana: "No lo conozco", refiriéndose al qabḍ en la oración obligatoria (farīḍa). Puesto que es imposible que desconociesen la última manera de rezar del Mensajero, la paz sea con él, ni que le desobedezcan, ya que le seguían a pie juntillas y conocían a la perfección sus modos de proceder, imitándole en la oración. De ahí que Mālik adjuntase la Práctica de ellos a la aleya legisladora, al ḥadīṯ ṣaḥīh que no contradice la Práctica y al Consenso (iŷmāc). Haciendo de estos cuatro los fundamentos de su método (maḏhab).

En cuanto al qabḍ en la oración obligatoria, se discrepa en cuanto a su desaconsejabilidad (karāha), su aconsejabilidad (nadab) y su permisibilidad (ibāḥa). Sin que haya discrepancia alguna en cuanto a la constancia de que el Profeta, la paz sea con él, lo hubiese realizado y mandado realizar.

Los partidarios de la aconsejabilidad y la permisibilidad del qabḍ discrepan en el modo en que éste ha de ser llevado a cabo. Por lo que, según la escuela de Mālik, hay cuatro opiniones al respecto, las cuales han quedado claramente expuestas por el Imām Ibn cArafa y otros. Entre estas opiniones, la más difundida (mašhūr) y compartida por la mayoría de los seguidores de Mālik es la transmitida por Ibn al-Qāsim en la Mudawwana: la desaconsejabilidad del qabḍ. Teniendo como prueba el abandono del qabḍ por parte de los Compañeros y los Seguidores y la práctica del sadl por parte de ellos, tal y como ya se ha mencionado. Lo cual indica la abrogación del efecto legal que prescribe el qabḍ”.

[7] Sin intercalar ningún tipo de súplica (ducā’) entre el takbīr y la recitación, ya que eso es indeseable según Mālik.

[8] U oración del alba.

[9] Hacer la recitación en voz alta esta oración es sunna.

[10] Es obligatoria su recitación en cada una de las rakcas de las cinco oraciones obligatorias para el que es Imām o reza solo. Mientras que es tan sólo meritoria cuando se trata de una persona que reza tras un Imām (ma’mūm) que está recitando en silencio.

[11] En el nombre de Al·lāh, el Misericordioso y Compasivo. Esta fórmula se llama basmala.

[12] Es uno de los nombres de la sūra al-Fātiḥa.

[13] Ya que es indeseable en la oración obligatoria, no en la oración supererogatoria. Del mismo modo que la basmala es indeseable en este caso, lo es el tacawwuḏ o decir acūḏu bi-llāhi min aš-šaiṭāni ar-raŷīm (me refugio en Al·lāh de Šaiṭān el lapidado). No obstante, si se recita la basmala en voz baja con intención de escapar de la controversia producida por la opinión que considera que es obligatorio recitarla, entonces no es indeseable.

En cuanto a los argumentos que fundamentan esta postura, podemos encontrarlos en el ḥadiṭ de Anas b. Mālik, transmitido por Mālik ( 3:6:30) y por Muslim (4:13:50), y el de cAbd Al·lāh b. Mugaffal, transmitido por at-Tirmiḍī, an-Nasā’ī, Ibn. Māŷa y Aḥmad. Los cuales han quedado confirmados por la práctica ininterrumpida de la Gente de Madīna.

[14] …ni el de los extraviados. Se trata del final de la Fātiḥa.

[15] A título meritorio.

[16] Esta es la postura de Mālik y la de Abū Ḥanīfa. Y está basada en el ḥadīṯ de cAlqama b. Wā’il transmitido por Aḥmad y confirmado por práctica ininterrumpida de la Gente de Madīna. Y ello ya que se trata de un ruego (ducā’) y no es parte de la Fātiḥa.

[17] Amén, en español.

[18] Sin embargo, la postura más firme es que es indeseable que el Imām la pronuncie en voz alta.

[19] Es sunna el recitar aunque sea una sola aleya; pero es meritorio que sea una sūra completa.

[20] El mufaṣṣal es la parte del Corán que va desde la sūra al-Ḥuŷurāt (49 Los Aposentos Privados) hasta el final. Las sūras largas del mufaṣṣal van desde la sūra al-Ḥuŷurāt hasta la sūra an-Nāzicāt (79 Los que arrancan) inclusive. Las sūras medias del mufaṣṣal van desde la sūra cAbasa (80 Frunció el ceño) hasta la sūra al-Lail (92 La Noche). Las sūras cortas del mufaṣṣal van desde la sūra aḍ-Ḍuḥà (93 La claridad de la mañana) hasta el final. El hecho de recitar una sūra larga del mufaṣṣal es únicamente meritorio.

[21] Siempre y cuando no seas el Imām.

[22] Si clarea, es mejor que la sūra sea corta.

[23] Hacer o proferir un takbīr es decir Al·lāhu akbar (Al·lāh es el más grande). Cada takbīr es considerado una sunna de la oración; pero no hay que hacer postración de olvido a no ser que se omitan dos takbīres.

[24] El hacer el takbīr a la vez que uno se inclina hacia la posición de rukūc es meritorio. Es igualmente meritorio hacerlo en todos los actos de la oración, excepto al levantarse de la segunda rakca, en cuyo caso se hace el tabīr cuando uno ya se haya erguido. A continuación, explica qué es el rukūc.

[25] Es meritorio separar los dedos de la mano en el rukūc y juntarlos en el suŷūd.

[26] A título meritorio.

[27] También a título meritorio únicamente en el caso del hombre, ya que la mujer no deberá separar los brazos de los costados.

[28] Esta sincera sumisión es meritoria, según la opinión más difundida. Sin embargo, Ibn Rušd sostiene que se trata de un acto obligatorio (véase TH de AZ p. 107).

[29] Por ser indeseable.

[30] Significa: “Gloria a Al·lāh y alabado sea”. También se puede usar cualquier otra fórmula, como: subḥāna rabbiya al-caẓīm (Gloria a Al·lāh el Grandioso), la cual se aconseja decir tres veces.

[31] Sin embargo, el Imām no ha de alargar demasiado la inclinación, ya que ello puede afectar a quienes le siguen en la oración.

[32] El enderezarse es obligatorio.

[33] A título de sunna.

[34] Significa: “Al·lāh escucha a quien le alaba”.

[35] A título meritorio.

[36] Significa: “¡Oh, Señor nuestro, para Ti es la alabanza!

[37] O detrás del Imām.

[38] Tanto el enderezarse como la tranquilidad son partes obligatorias de la oración.

[39] A título obligatorio. Asimismo, es meritorio que al descender hacia la postración, las manos se posen en el suelo antes que las rodillas; y que al levantarse de la postración, las rodillas se separen del suelo antes que las manos. Y ello por que así lo ordenó el Profeta - la paz sea con él - (ḥadīṯ de Abū Huraira transmitido por Abū Dāwud) y lo confirmó la Práctica de la Gente de Madīna. En cuanto a lo transmitido en los Sunan que contradice esto, se trata de un ḥadīṯ criticado por ad-Dāraqutnī y, según otros, abrogado.

[40] A título de sunna.

[41] Es indeseable apretar la frente contra el suelo para que deje marca como mucha gente ignorante hace. Lo obligatorio es posar la frente; pero si no posa la nariz, deberá repetir la oración mientras se halle en su tiempo. En caso de que la frente se halle afectada por heridas, hará simple amago de postrarse sin que sea necesario el que lo haga realmente.

[42] Es indeseable el hecho de posar las palmas de las manos, la nariz y la frente sobre algo que no sea el propio suelo, como p. ej. alfombras, alfombrillas o tejidos por el lujo que ello presupone. Se permite, sin embargo, el postrarse sobre esteras de fibra vegetal siempre y cuando sean burdas. Aunque, según figura en el Mujtaṣar de Jalīl, es mejor postrarse directamente sobre el suelo. Y ello siempre y cuando el uso de alfombrillas no sea a causa de que el suelo esté extremadamente frío, caliente, sucio, áspero o se tenga una herida en la frente, la nariz o las palmas de las manos, en cuyo caso desaparecería la indeseabilidad. No obstante, el Šaij Muḥammad. cIllīš en sus anotaciones a HD, dice que la escuela šāficī permite el hecho de postrarse sobre tejidos y alfombrillas y que ello ha de ser considerado como ampliación del margen jurídico (fusḥa) [ver HD, vol. I, pág. 252, nota 4]. Esto explica porqué en el Magreb las mezquitas siempre han estado alfombradas por burdas esteras de fibra vegetal.

[43] A título meritorio.

[44] También a título meritorio.

[45] El pegar los brazos a los costados es indeseable para los hombres, mas no para las mujeres.

[46] A título meritorio. A ello hay que añadir que es asimismo meritorio separar las rodillas y no apoyar el vientre sobre los muslos.

[47] Significa: ¡Alabado seas, Señor mío! He sido injusto conmigo mismo y he obrado mal. Perdóname, pues.

[48] Sin embargo, no ha de abusar en lo que a la oración obligatoria se refiere.

[49] La inmovilidad de los miembros (iṭmi’nān) en cada una de las posturas de la oración es obligatoria.

[50] El elevar la cabeza del suelo tras la postración para sentarse es de carácter obligatorio.

[51] El sentarse es también de carácter obligatorio.

[52] Este es el modo de sentarse (ifḍā’)meritorio entre las dos postraciones y al hacer el tašahhud. El pie izquierdo queda situado entre los dos muslos o bajo la pantorrilla derecha. La escuela mālikī se diferencia ligeramnete de las otras tres escuelas en el modo de sentarse. En la escuela ḥanafī, el orante se sienta en todo momento sobre su talón izquierdo (iftirāš); mientras que en las escuelas šāficī y ḥanbalī es lo mismo que en la escuela ḥanafī en todo momento excepto en la sentada última, la cual se hace igual que en la escuela mālikī.

[53] A título meritorio y con los dedos de las manos extendidos.

[54] Al contrario de las otras escuelas según las cuales no se ha de apoyar el orante sobre las palmas de sus manos para incorporarse.

[55] Al contrario de la escuela šāficī que dice ser sunna sentarse ligeramente antes de incorporarse para realizar la segunda y la cuarta rakca.

[56] A título meritorio.

[57] Es meritorio que la recitación de la segunda rakca sea más corta - en tiempo, que no en longitud - que la de la primera. También es meritorio que la azora o aleyas que se reciten en la segunda rakca sigan el orden consecutivo del Corán.

[58] El qunūt se recita tras la segunda rakca a título meritorio. Es preferible recitarlo antes de la inclinación; pero si se olvida hacerlo antes de la inclinación, se hará después. No se han de levantar las palmas de las manos hacia el cielo ni se ha de recitar en voz alta.

[59] Piedad o sometimiento.

[60] “¡Oh, Al·lāh! Te imploramos ayuda y perdón, en Ti creemos, a Ti nos encomendamos y sometemos, por Ti renunciamos a lo demás y abandonamos a quien Te niega. ،Oh, Al·lāh! Sólo a Ti adoramos, rezamos y nos postramos y hacia Ti nos apresuramos y nos encaminamos. Esperamos Tu misericordia y tememos Tu duro castigo. Pues Tu castigo alcanzará a los infieles”.

[61] Esto se contradice con la opinión del al-Bāŷī - más preferible - que afirma que es la parte inferior del dedo gordo la que debe tocar el suelo (TH 119). Hemos de añadir que el sentarse para pronunciar el salām es sunna y que el modo de hacerlo es meritorio.

[62] Plegaria que se dice a título de sunna al sentarse en la oración.

[63] Según Mālik, el cual lo toma de cUmar b. al-Jaṭṭāb, que Al·lāh esté complacido con él.

[64] “Los saludos son para Al·lāh, las buenas obras son para Al·lāh, las buenas palabras y las oraciones son para Al·lāh. ¡La paz sea sobre ti, oh Profeta, así como la misericordia de Al·lāh y su bendición! ،La paz sea sobre nosotros y sobre los rectos siervos de Al·lāh! Testifico que no hay más dios que Al·lāh, único y sin asociado; y testifico que Muḥammad es Su siervo y mensajero”.

[65] Te es suficiente incluso si sólo dices: Ašhadu an lā illāha illā-l-lāhu waḥdahu lā šarīka lahu, wa ašhadu anna Muḥammadan cabduhu wa rasūluh. Sin embargo, es meritorio decirlo entero.

[66] “Y testifico que aquello de lo que informó Muḥammad es verdad; y que el Jardín es real; y que el Fuego es real; y que la Hora llegará sin duda alguna; y que Al·lāh resucitará a los moradores de las tumbas”.

[67] “¡Oh, Al·lāh! Bendice a Muḥammad y a la familia de Muḥammad; ten misericordia con Muḥammad y con la familia de Muḥammad; y derrama baraka sobre Muḥammad y sobre la familia de Muḥammad. Tal y como bendeciste, tuviste misericordia y derramaste baraka sobre Ibrāhīm y sobre la familia de Ibrāhīm, en los mundos, pues eres Alabado y Misericordioso”.

[68] “¡Oh, Al·lāh! Bendice a Tus ángeles y a los allegados; a Tus profetas y a los enviados; y a todos aquellos que Te obedecen”.

[69] “¡Oh, Al·lāh! Perdona concluyentemente a mis padres, a nuestros Imāmes y a aquellos que nos han precedido en la fe”.

[70] “¡Oh, Al·lāh! Te pido todo lo bueno que Te haya pedido Muḥammad, Tu profeta. Y me refugio en Ti de todo mal del que en Ti se haya refugiado Muḥammad, Tu profeta”.

[71] “¡Oh, Al·lāh! Perdónanos lo que hayamos adelantado y lo que hayamos atrasado; lo que hayamos ocultado y lo que hayamos manifestado; y todo aquello que conoces mejor que nosotros”.

[72] “Señor nuestro! Danos algo bueno en esta vida, algo bueno en la próxima y líbranos del castigo del fuego”.

[73] “Y en Ti me refugio de la tentación de la vida y de la muerte; de la tentación de la tumba; de la tentación del Anticristo; y del tormento de la tumba y del nefasto retorno”.

[74] “Sobre ti la paz - Oh, Profeta! -, la misericordia de Al·lāh y su bendición. Sobre nosotros la paz y sobre los justos siervos de Al·lāh”.

[75] Este último añadido es de fundamento débil.

[76] A titulo obligatorio, para finalizar la oración y salir del estado se inviolabilidad (iḥrām).

[77] “La paz sea sobre vosotros”. No es válido finalizar la oración con otra fórmula distinta a ésta, excepto para quien le es imposible pronunciarla debido a una imposibilidad física o por no saberla pronunciar correctamente, por lo que le sería suficiente salir de la oración con su mera intención.

[78] El giro de la cabeza hacia la derecha es de carácter meritorio. Se comienza profiriendo la taslīma (decir “as-salāmu calaikum”) hacia el frente y se acaba girándola cabeza ligeramente hacia la derecha de tal modo que quien se halle detrás del orante llegue a ver su mejilla. Es sunna proferir la taslīma en voz alta.

A continuación citaré el pronunciamiento jurídico (fatwà) del Šaij M. cIllīš sobre la prueba argumental (dalīl) que sustenta el modo de hacer la taslīma según la escuela mālikī:

Con respecto a las palabras que el orante añade tras pronunciar el saludo final de la oración wa raḥmatu-l-lāhi wa barakātuh. ¿Se trata de algo obligatorio, sunna, meritorio, indeseable o contrario a lo preferible (jilāf al-awlà)?

Alabado sea Al·lāh y que la paz y las bendiciones recaigan sobre nuestro señor Muḥammad, Mensajero de Al·lāh. El decir wa raḥmatu-l-lāhi wa barakātuh después del salām final de la oración es contrario a lo preferible (jilāf al-awlà). Consta en el Maŷmuc lo siguiente: "Basta con decir as-salāmu calaikum'; y es preferible ceñirse a esas palabras". En el Mawāhib al-Qadīr consta lo siguiente: "El añadir wa raḥmatu-l-lāhi wa barakātuh después del salām final de la oración es contrario a lo preferible, ya que se contradice con la Práctica de Medina aunque el ḥadiṯ que lo indica se trate de un ḥadiṯ confirmado (saḥīḥ)". En una glosa, cita al-Ŷazūlī que el hecho de añadir wa raḥmatu-l-lāhi wa barakātuh es algo permitido, sin que atribuya dicha opinión a nadie. Esta opinión es correcta si el salām fuese una condición, quedando en entredicho si el salām fuese un pilar. En otras palabras, si el salām fuese una condición, sería algo externo a la oración. Por lo tanto, si añade las mencionadas palabras, las añade una vez ya fuera de la oración. Ahora bien, si el salām fuese un pilar de la oración, el añadido de la susodichas palabras supondría añadir algo a la oración, y por lo tanto el hecho de que sea permitido queda en entredicho. Dijo at-Tata’ī: "Ibn Šihāb Muḥammad Ibn Muslim az-Zuhrī - uno de los más grandes ulemas de los Seguidores (Tābicīn) y maestro del Imām Mālik, que Al·lāh esté complacido con todos ellos - increpó a un Imām de Quraiš que añadió las mencionadas palabras, diciéndole: “¡¡Quita wa raḥmatu-l-lāhi wa barakātuh lo correcto es decir as-salāmu calaikum!”. Dijo aš-Šabrajītī: "Lo que se añade al salām es un saludo entre la gente por lo que no hay mal alguno en añadir las mencionadas palabras, puesto que se encontraría ya fuera de la oración, tal y como dice Zarrūq. Sin embargo, se trataría de algo indeseable o contrario a lo preferible (jilāf al-awlà)". En el Daw’ aš-Šumūc consta lo siguiente: "A no ser que se desee salir de la divergencia existente con los ḥanbalis. Pues para ellos, para que la oración sea válida, hay que proferir dos salāms, uno a la derecha y otro a la izquierda, y decir en cada uno as-salāmu calaikum wa raḥmatu-l-lāh. Sin que eso mismo sea obligatorio para ellos en las oraciones supererogatorias [FW de IL, vol. I, pág. 126].

[79] Al contrario del Imām y del que reza solo, no ha de comenzar a proferir el saludo dirigiéndolo hacia el frente, sino que lo profiere cuando ya haya girado ligeramente su cabeza hacia la derecha [HA de AD, pág. 247].

[80] A título de sunna.

[81] Si el Imām no se encuentra frente al orante, éste no dirigirá el saludo volviendo el rostro hacia aquel, sino que lo dirigirá físicamente al frente pero mentalmente hacia el Imām.

[82] La palabra “devolver” implica que es válido decir salāmun calaikum o calaika as-salām. No obstante, lo preferible es la formula del saludo de salida de la oración: as-salāmu calaikum, la cual es la única válida para salir de la oración.

[83] Porque no hubiese nadie a su izquierda o porque el que hubiese no hubiese hecho al menos una rakca en grupo.

[84] A título meritorio y cerca de las rodillas.

[85] Siempre a título meritorio.

[86] La opinión más difundida (de Ibn al-Qāsim) es que se ha de mover durante todo el tiempo hasta el saludo final, ya sea de izquierda a derecha o de arriba abajo. Y no se ha de hacer como mucha gente hace que es mover el dedo y detenerlo a la hora de pronunciar la šahāda, para luego continuar moviéndolo hasta que termina el ṣalāt calà an-nabī .

[87] Sin moverlo.

[88] El hecho de mover el dedo índice.

[89] Dice SH, en TQ pág. 66, existe un nervio en el dedo índice de la mano derecha que está directamente conectado con el corazón. Lo cual hace que éste último no pierda su concentración al ser movido el dedo en cuestión.

[90] O sobre la rodilla izquierda. Todo ello a título meritorio.

[91] Recuerdo de Al·lāh mencionándole.

[92] Diciendo: subḥāna Al·lāh.

[93] Diciendo: alḥamdu li-llāh.

[94] Diciendo: Al·lāhu akbar.

[95] “No hay mas dios que Al·lāh, único y sin asociados. De Él es el reino, para Él es la alabanza y es poderoso sobre todas las cosas.

[96] Esta era la práctica de los primeros musulmanes y es práctica establecida en todas la ṭāriqas sufíes.

[97] A título meritorio. No obstante y según otros, se trata de una sunna confirmada.

[98] Y quien entre en una mezquita a rezar y encuentre que ya se está rezando la oración de la mañana (ṣubḥ), que se una a los orantes y recupere la oración meritoria del alba (faŷr) cuando ya el Sol se haya elevado en el cielo. La oración meritoria del alba (faŷr) es la única de las oraciones meritorias que se recuperan. Su tiempo de recuperación va desde que el Sol se ha elevado en el cielo a la altura de una lanza hasta el mediodía.

[99] A título meritorio, siempre que dé tiempo y que no se sea Imām.

[100] Según Ašhab e Ibn Ḥabīb.

[101] Se refiere a las sūras largas del mufaṣṣal (ver nota 19).

[102] Según el Imām Mālik. Y es la opinión preferible.

[103] La recitación en voz baja es a título de sunna.

[104] También se aconseja realizar cuatro rakcas supererogatorias antes de esta oración.

[105] La sabiduría implícita (ḥikma) en el acto de realizar oraciones supererogatorias antes de la oración obligatoria radica en el hecho de prepararse para la oración obligatoria. Y ello ya que la persona tal vez se halle inmersa en el maremagnum mundano de la vida terrena, por lo que las oraciones supererogatorias actúan de freno a sus pensamientos y sentimientos mundanos, poniéndole en una disposición más espiritual para acometer la oración obligatoria que las sucede. En cuanto a la sabiduría implícita en realizar oraciones supererogatorias tras la oración obligatoria, radica en actuar como una especie de rectificación a los posibles fallos de concentración y acometida de pensamientos terrenos (dunyāwī) que hubiesen acaecido en la oración obligatoria.

[106] Sūra de La claridad de la mañana [Corán 93].

[107] Sūra del Decreto [Corán 97].

[108] Esta es la práctica que quedó establecida y que disfruta de preferencia con respecto a otros ḥadīces que indican lo contrario.

[109] En voz baja.

[110] Seguido del saludo al Profeta, la paz sea con él.

[111] Práctica establecida, asimismo, en todas la ṭāriqas sufíes.

[112] La llama “última” ya que algunos alfaquíes llaman a las oraciones de magrib e cišā’ “las dos cišā’” (al-cišā’ain).

[113] Se refiere a las sūras medias del mufaṣṣal (ver nota 10, pág. 69).

[114] Se refiere a la oración de cišā’.

[115] Eso es lo mínimo permitido en la recitación silenciosa. En cuanto al máximo, radica en que sólo el orante se oiga a sí mismo. Asimismo, si no mueve la lengua y recita el Corán tan sólo mentalmente, no le vale.

[116] La oración sólo vale con las palabras del Corán, ya que cualquier otro libro revelado o ha sido abrogado o tergiversado.

[117] Eso es lo mínimo permitido en la oración en voz alta. El máximo permitido no tiene límite.

[118] O sea, si no reza tras un Imām, ya que si fuese Imām, lo normal sería que le oyesen los orantes que se hallasen tras él. La oración en voz alta ha de efectuarse a condición de que no disturbe a otro orante que se halle cerca de él. Pues la realización de una sunna (rezar en voz alta) no puede llevarse a cabo a expensas de algo prohibido (disturbar a otro orante).

[119] Su recitación alta consiste en que sólo ella se oiga a sí misma. Por lo tanto, el límite superior de la recitación en voz baja de la mujer y su recitación en voz alta coinciden.

[120] Esta es la opinión de Mālik transmitida por Ibn Ziyād. La opinión de Ibn al-Qāsim es que la forma de la oración de la mujer es completamente idéntica a la del hombre. No obstante, AZ en TH (p. 139) dice que la opinión de Mālik transmitida por Ibn Ziyād es preferible (rāŷiḥ) a la opinión de Ibn al-Qāsim.

[121] Tras rezar la oración de cišā’.

[122] A titulo meritorio y constando de dos rakcas. El significado de šafc es “par”.

[123] Se trata de una sunna confirmada (mu’akkada). Está permitido -­­ según la opinión preferente - que entre ambas oraciones medie un lapso de tiempo largo. El significado de witr es “impar”.

[124] Está permitido, pero es contrario a lo preferible (jilāf al-awlà). Del mismo modo que lo es rezar en voz baja oraciones supererogatorias nocturnas.

[125] En cuanto al máximo, carece de límite.

[126] Corán, 87.

[127] Corán, 109.

[128] También a título meritorio.

[129] Corán, 112.

[130] Corán, 113 y 114. Se las llama así porque protegen de todo mal a quien las recita.

[131] Esto es: añadiendo más pares de rakcas.

[132] Ambas transmisiones no se contradicen, ya que a veces el transmisor consideraba las dos rakcas de después del wuḍū’ como parte de las rakcas nocturnas, y otras veces no. La oración nocturna (tahaŷŷud) es obligatorio para el Profeta (la paz sea con él) y meritorio para nosotros.

[133] Porción del Corán que se recita de seguido dentro o fuera de la oración. En este caso, se refiere a la porción de Corán que se recita durante la oración de tahaŷŷud.

[134] Sin embargo, si recuerda el witr mientras reza la oración de ṣubḥ, se recomienda que corte dicha oración (siempre y cuando no haya completado una rakca de dicha oración), que haga el witr, luego que haga la oración de faŷr y luego la de ṣubḥ. Y todo ello siempre que se trate de alguien que está rezando solo, no tras un Imām o siendo el mismo Imām.

[135] Es desaconsejable sentarse sin haber rezado la oración de saludo a la mezquita. No obstante, si se está constantemente entrando y saliendo de la mezquita, una sola oración de saludo es suficiente.

[136] Se refiere a un tiempo en el que se permita rezar oraciones supererogatorias. Por lo tanto no se debe realizar el saludo a la mezquita en los tiempos en los que está prohibido rezar (mientras sale el Sol, mientras se pone y durante el discurso de la oración del viernes) o en los que se desaconseja rezar (después de la oración de caṣr y después de la oración de faŷr).

Se aconseja a quien no pueda hacer la oración de saludo de la mezquita debido a las restricciones temporales mencionadas o por haber entrado sin estar en wuḍū’ que diga cuatro veces: subḥāna Al·lāh, wa al-ḥamdu lillāh, wa lā ilāha illa Al·lāh, wa Al·lāhu akbar.

[137] Y esta es la opinión más sólida.

[138] Excepto el wird o ḥizb de quien se ha quedado dormido, el šafc, el witr, la oración fúnebre cuando no se teme que empiece a pudrirse el cadáver y la postración de la recitación coránica.

Mientras el Sol está saliendo, está prohibida todo tipo de oración no obligatoria. Una vez que el Sol ha salido, se desaconseja rezar oraciones no obligatorias, hasta que el Sol se eleve a la altura de una lanza de doce palmos.

Centro de Estudio y Difusión de la Vía Tiŷāniyya