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La vida del šayj Sidī Aḥmad al-Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él y por él de nosotros) – el Sello de la Santidad Muḥammadiana– |
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Prefacio Para el musulmán conocer la vida del santo Profeta Muḥammad (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) es un acto de adoración, ya que Dios altísimo ha dicho: ﴿لَقَدْ كَانَ لَكُمْ فِي رَسُولِ اللَّهِ أُسْوَةٌ حَسَنَةٌ لِمَنْ كَانَ يَرْجُو اللَّهَ وَالْيَوْمَ الْآخِرَ وَذَكَرَ اللَّهَ كَثِيرًا﴾ (سورة الأحزاب, 21) Verdaderamente, en el Enviado de Dios tenéis un buen/bello ejemplo para todo aquel que tiene puesta su esperanza [con anhelo y temor] en Dios y en el Último Día, y que recuerda mucho a Dios. (Azora "la Coalición"; 33:21) Así pues, conocer la vida del profeta Muḥammad (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) posibilita instruirse sobre las nobles cualidades del ser humano perfecto, que han de ser imitadas, en la medida de lo posible. No obstante, al conocer su vida, su misión y su obra, tampoco se puede dejar de amarlo y de sentir devoción hacia su persona. Lo cual, es un signo de la intensidad de la fe ['Īmān], tal y como se desprende del siguiente ḥadīṯ o dicho profético: «عن أنس – رضي الله عنه – أن رسول الله صلى الله عليه وسلم قال : لاَ يُؤْمِنُ أَحَدَكُمِ حَتى أَكُونَ أَحَبَّ إِلَيْهِ مِنْ وَلِدِهِ وَوَالَدهِ وَالنَّاس أَجْمِعين » ( أخرجه البخاري[32] ومسلم[33] ) Se ha relatado que el Mensajero de Dios (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) ha dicho: “No es un verdadero creyente, sino aquel que me ama más que a su padre y a su hijo y todas las personas del mundo”. (Fatḥ al-bārī: kitāb al-'Īmān, bāb 8, ḥadiṯ 15.) De manera análoga, para el alumno tiŷānī, conocer la vida de Šayj 'Aḥmad al-Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él y por él de nosotros) deviene una labor muy importante. En primer lugar, el conocimiento de la vida de Sayyidinā Šayj (Dios Altísimo esté complacido de él y por él de nosotros) proporciona la seguridad y la certeza de que no fue un impostor o un diletante, si no, más bien al contrario, un gran sabio y gran erudito, reconocido por varias universidades musulmanas de su época. De su vida, como se verá, se desprende que fue un buscador serio, un practicante asiduo y un Sufí auténtico [cārif bi-l·lāh] y que fue elogiado por los grandes sabios y santos ['awliyā'u-l·lāh] de su tiempo. En definitiva, se verá que fue un musulmán integro y estricto seguidor de la sunna de nuestro santo Profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia). Y todo ello, no debe, sino dar tranquilidad, sosiego y calma al alumno tiŷānī que deberá saberse en buenas manos. Por otro lado y desde el punto de vista iniciático, el alumno tiŷānī debe saber, que ha recibido a través de su maestro [muqaddīm] la transmisión de un método y una influencia espiritual “especial”, que el mismo santo Profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) ha transmitido, en estado de vigilia, a Šayj 'Aḥmad al-Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él y por él de nosotros) de la cual, sólo él (Dios Altísimo esté complacido de él y por él de nosotros), de entre todos los santos que Dios ha creado, desde el principio hasta el final de los tiempos, ha sido merecedor. Por lo tanto además de amar al santo Profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) el alumno tiŷānī deberá amar profundamente a Šayj 'Aḥmad al-Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él y por él de nosotros) ya que ello le facilitará su camino. Como ya se verá mas adelante, la visualización de Šayj 'Aḥmad al-Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él y por él de nosotros) o mejor aún del profeta Muḥammad (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) en el transcurso de las encantaciones ['aḏkār] puede facilitar la iluminación [al-fatḥ, literalmente la apertura]. Así pues, el alumno tiŷānī debe estudiar y conocer la vida de Šayj 'Aḥmad al-Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él y por él de nosotros) pues de alguna manera es la historia sagrada de su propia familia, familia espiritual cuyos vínculos, rogamos a Dios, no sean jamás quebrantados y así, de esta manera, podamos toda la familia tiŷānī, reunirnos juntos, en el Día del levantamiento, con nuestro venerado profeta Muḥammad (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) y nuestro amado guía, el Polo Oculto y Sello de la Santidad Muḥammadiana, Šayj 'Aḥmad al-Tiŷānī (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia), a la sombra del Trono divino y posteriormente en el paraíso eterno y sublime. Pues Dios, alabado sea, ha dicho en el sagrado Corán, ﴿وَالَّذِينَ آمَنُوا وَاتَّبَعَتْهُمْ ذُرِّيَّتُهُمْ بِإِيمَانٍ أَلْحَقْنَا بِهِمْ ذُرِّيَّتَهُمْ وَمَا أَلَتْنَاهُمْ مِنْ عَمَلِهِمْ مِنْ شَيْءٍﺻ كُلُّ امْرِئٍ بِمَا كَسَبَ رَهِينٌ﴾ (سورة الطور, 21) Y a quienes hayan creído y su descendencia les haya seguido en su creencia, les reuniremos con su descendencia; y no dejaremos que se pierda ninguna de sus obras. Cada hombre es rehén de lo que se forjó. (Azora "el Monte Sinaí"; 52:21)
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