Índice

Presentación

Introducción al sufismo

La vida de Šayj Aḥmad al-Tiŷānī

Las condiciones de la Vía Tiŷāniyya

El método de la Vía Tiŷāniyya

Los favores de la Vía Tiŷāniyya

La Fayḍa Tiŷāniyya

Šayj Ibrāhīm Nyasse

Šayj cAbda-l·lāh Djā

Enseñanzas de la Vía Tiŷāniyya

Súplicas de la Vía Tiŷāniyya

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Su peregrinación y su visita al Profeta

Su vuelta a casa

Su segundo viaje a Fez

Su acceso a la estación de Polo Supremo.


De regreso al Magrib, pasó y se paró en ciertas ciudades, como Tlemcen que dejó en 1196, hasta irse al desierto argelino del Sahara, más concretamente en los pueblos de Chellala (1196 a 1199 H.) y Busemgun (1199 a 1213 H.). En este pueblo, Sayyidinā Aḥmad al-Tiŷānī tuvo su gran iluminación (al-fatḥ al-akbar).

Con 46 años, en 1196 H., durante un retiro espiritual, vio, en estado de vigilia, venir a él al Profeta Muḥammad que le anunció:

“A partir de ahora soy tu único iniciador y maestro. Ningún ser humano podrá desde ahora pretender ser tu iniciador. Debes pues abandonar todas las cofradías en las que has participado. Nadie podrá reprocharte nada, ya que seré yo tu intermediario a Dios y también tu auxiliador”.

Se convirtió de esta manera en el depositario de la vía espiritual del Profeta, vía que contiene todas las otras vías, y que debe llamarse: Ṭarīqa Aḥmadiyya Muḥammadiyya Ibrāhīmiyya Ḥanifiyya.

Esta vía encierra, unas gracias y bendiciones inmensas jamás obtenidas por ninguna otra vía, del mismo modo que la comunidad de Muḥammad beneficia de gracias que nunca se han dado antes del Islam a otras comunidades. Las virtudes de la vía del Profeta y de su Califa Sīdī Aḥmad al-Tiŷānī son innumerables. De este modo, el Profeta enseñó las letanías (al-wird) a Sīdī Aḥmad al-Tiŷānī y le dictó las condiciones de su vía. Además le dio este consejo personal:

“Mantente en esta Vía sin alejarte del mundo, sin romper la relación con los hombres, hasta que obtengas la estación espiritual que te ha sido prometida, guardando tu estado, sin molestia ni esfuerzo cultual excesivo. Y prescinde de todos los Santos”.

Recibió de año en año la iniciación directa del Profeta, así como el orden y la autorización de llamar a los hombres a esta vía. Siguió un período de propagación en esta región que duró 13 años. La gente afluía desde múltiples regiones para beneficiar de su Baraka y de lo que el Profeta le había confiado.


Centro de Estudio y Difusión de la Vía Tiŷāniyya