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Introducción al sufismo

La vida de Šayj Aḥmad al-Tiŷānī

Las condiciones de la Vía Tiŷāniyya

El método de la Vía Tiŷāniyya

Los favores de la Vía Tiŷāniyya

La Fayḍa Tiŷāniyya

Šayj Ibrāhīm Nyasse

Šayj cAbda-l·lāh Djā

Enseñanzas de la Vía Tiŷāniyya

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Condiciones de la vía Tiŷaniyya

 


Las condiciones de la vía Tiŷāniyya Aḥmadiyya Muḥammadiyya Ibrāhīmiyya Ḥanīfiyya

Las condiciones de la vía Tiŷāniyya Aḥmadiyya se fundamentan en tres preceptos o compromisos fundamentales, que son:

1.      En el momento que se acepta el wird; no se dejará jamás.

2.      No se combinará jamás la vía Tiŷāniyya con otra vía.

3.      No se buscarán bendiciones de otros santos ajenos a la vía Tiŷāniyya, a excepción de los profetas (la paz de Dios sea sobre ellos) y los compañeros del santo Profeta Muḥammad (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) (esté Dios complacido de todos ellos).

Siendo una condición previa e imprescindible que el postulante sea musulmán (no importa el sexo: hombre - mujer), con edad suficiente para practicar y que practique el Islam.

En los libros de nuestra vía como por ejemplo en la obra intitulada Kitāb rimāḥ ḥizb al-raḥīm calà nuḥūr ḥizb al-raŷīm , escrita por el venerado Santo y Califa Tiŷānī, Šayj cUmar Fuṭī (Dios Altísimo esté complacido de él) 23 condiciones, cuyo completo cumplimiento, según el autor, proporcionan al alumno el honor de pertenecer a las gentes del camino espiritual, del éxito, amados, próximos y elevados  (fa-huwa min ahl al-ṭarīqat al-fā'izīn al-maḥbubiyīn al-muqarrabīn al-'aclīn). En otro libro intitulado Kitāb Fatḥ al-Rabbānī fīmā yaḥtāŷu ilayhi al-murīd al-Tiŷānī , se mencionan 40 condiciones para una correcta adhesión y práctica de nuestra vía, entre las cuales están incluidas las anteriores; y todas ellas confirmadas por el Corán, la Tradición del mensajero de Dios (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) y por los libros de los sufíes.

No obstante, hemos de subrayar que las esenciales son las tres arriba mencionadas, a las cuales se les suele añadir dos o tres y que enfatizan lo siguiente:

1.      El cumplimiento de las oraciones en su tiempo prescrito preferiblemente en asamblea

2.      El servicio y la bondad prodigada a los padres

3.      El respeto de las prohibiciones y obligaciones que impone el Islam, como el hecho de comer alimentos lícitos.

Con que el aspirante conozca estas cinco o seis es suficiente para que pueda realizar el pacto de adhesión y afiliarse de esta manera a nuestro amado guía el šayj Aḥmad Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él) y por ende a nuestro amado, el Santo Profeta Muḥammad (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia).

En este sentido, queremos mencionar a título de ejemplo sobre lo último que hemos expuesto –y así también rendir homenaje– al comentario que ha realizado el amado y ya fallecido Califa Tiŷānī al-Imām al-Šayj Hassan Cisse –Dios esté complacido de él–, sobre la obra en verso titulada Ruḥ al-Adab (El espíritu de las buenas costumbres) escrita por nuestro amado guía, Califa y Polo Espiritual, Šayj al-Islam Ibrāhim Nyasse –Dios esté complacido de él–. En el cual se pone de manifiesto lo que acabamos de decir.

EL verso que comenta es el siguiente, el número 7:

مكملا شروطه المقررة

مكابدا آدابه المعتبرة

 

El cumplimiento de las condiciones reglamentarias

como ejemplo de su código ético

 

El comentario que realiza al-Imām Hassan Cisse –Dios esté complacido de él–, es el que sigue:

Condiciones para afiliarse a la vía Tiŷāniyya. (Según el  Imām Hassan Cisse –Dios esté complacido de él)

La primera y más importante de las condiciones es que uno debe comprometerse a permanecer en ella hasta la muerte. Así es, que Dios dice en el Sagrado Corán:

﴿ وَاعْبُدْ رَبَّكَ حَتَّىٰ يَأْتِيَكَ الْيَقِينُ99, (سورة الحجر)

y adora a tu Sustentador hasta que te llegue la muerte. (Azora al-ḥiŷr, 15:99)

También el Profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) ha dicho en un tradición profética (ḥadiṯ):

"Y en verdad, un poco que es continuo es mejor que mucho pero intermitente."

En el mismo sentido se recoge en otro ḥadiṯ que el Profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) ha dicho:

"La mejor adoración es constante, incluso si es poca".

La segunda de las condiciones es que no hay que combinar esta vía con otra. Hay alrededor de trescientas trece (313) vías (ṭurūq) en el Islam, cada una de ellas está vinculada a través de los Compañeros de la batalla de Badr, al Profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia). Si bien todas estas vías guian al camino del Profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia), los principios de todas ellas se sintetizan en la vía Tiŷāniyya, de la misma manera que los principios de las religiones del pasado (del libro) se sintetizan en el Islam. Dios es uno. La Profecía final y global es una, y el Šayj (Maestro espiritual) rector de la última vía, sin duda debe ser uno.

La tercera de las condiciones es que una persona que ha tomado la vía Tiŷāniyya no debe rendir homenaje (buscando orientación espiritual) a ningún Santo (Walī) que no sea Tiŷānī, con el propósito de obtener algún beneficio o progreso espiritual. No obstante, debe, respetar a todos los Awliyya'u-l·lāh (Santos de Dios). La razón de esto es que al ser la Tiŷāniyya la fuente principal de todas las otras vías, así como su síntesis, no se va a encontrar nada en ninguna ṭarīqa que no se encuentre dentro de la Tiŷāniyya. ¿Por qué entonces uno sale a pedir lo que ya tiene en exceso en su casa?

La cuarta de las condiciones es que se debe respetar siempre las cinco oraciones diarias en congregación, a no ser que se tengan razones justificadas para no poder hacerlo. Ha sido relatado por el Profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) que las oraciones ofrecidas en congregación son veintisiete veces mejor que aquellas que se realizan de manera individual. En otra narración se menciona veinticinco veces mejor. Ibn Abbas (Dios esté complacido de él), también narrado por el Profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) que:

"No hay oraciones para los vecinos de la mezquita, excepto que ofrecen las oraciones en la mezquita."

Cuando el Profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) se le preguntó quien es considerado vecinos de la mezquita, respondió:

"Cuarenta vecinos lejos de la mezquita."

La quinta y última condición es que el discípulo debe respetar a sus padres al máximo posible. Dios siempre ha unido en el Corán la orden de adorarle con la de obediencia a los padres. Es así que Dios dice en el Sagrado Corán:

﴿وَإِذْ أَخَذْنَا مِيثَاقَ بَنِي إِسْرَائِيلَ لاَ تَعْبُدُونَ إِلاَّ اللَّـهَ وَبِالْوَالِدَيْنِ إِحْسَانًا وَذِي الْقُرْبَىٰ وَالْيَتَامَىٰ وَالْمَسَاكِينِ وَقُولُوا لِلنَّاسِ حُسْنًا وَأَقِيمُوا الصَّلاَةَ وَآتُوا الزَّكَاةَ ثُمَّ تَوَلَّيْتُمْ إِلَّا قَلِيلاً مِّنكُمْ وَأَنتُم مُّعْرِضُونَ83, (سورة البقرة)

… Y, he ahí, que aceptamos este solemne compromiso de [vosotros,] los hijos de Israel: No adoraréis sino a Dios; haréis el bien a vuestros padres y parientes, a los huérfanos y a los pobres; hablaréis a la gente de buena manera; seréis constantes en la oración; y gastaréis en limosnas.". (Azora de la vaca, 2:83)

﴿وَاعْبُدُوا اللَّـهَ وَلَا تُشْرِكُوا بِهِ شَيْئًا ۖ وَبِالْوَالِدَيْنِ إِحْسَانًا وَبِذِي الْقُرْبَىٰ وَالْيَتَامَىٰ وَالْمَسَاكِينِ وَالْجَارِ ذِي الْقُرْبَىٰ وَالْجَارِ الْجُنُبِ وَالصَّاحِبِ بِالْجَنبِ وَابْنِ السَّبِيلِ وَمَا مَلَكَتْ أَيْمَانُكُمْ ۗ إِنَّ اللَّـهَ لَا يُحِبُّ مَن كَانَ مُخْتَالًا فَخُورًا36, (سورة النساء)

"… Y adorad [sólo] a Dios y no atribuyáis divinidad, en modo alguno, a nada junto con Él. Y haced el bien a vuestros padres, a los parientes, a los huérfanos, a los pobres, al vecino que es de vuestra gente y al vecino que es un extraño, al compañero que tenéis al lado, al viajero y a aquellos que vuestras diestras po­­­seen. En verdad, Dios no ama a quienes, llenos de engreimiento, actúan de forma jactanciosa". (Azora de las mujeres, 4:36)

﴿وَوَصَّيْنَا الْإِنسَانَ بِوَالِدَيْهِ حَمَلَتْهُ أُمُّهُ وَهْنًا عَلَىٰ وَهْنٍ وَفِصَالُهُ فِي عَامَيْنِ أَنِ اشْكُرْ لِي وَلِوَالِدَيْكَ إِلَيَّ الْمَصِيرُ14, (سورة لقمان)

"Y [Dios dice:] Hemos ordenado al hombre el trato bondadoso a sus padres: su madre le llevó soportando fatiga tras fatiga, y dos años duró su completa dependencia de ella: [así pues, Oh hombre,] sé agradecido conmigo y con tus padres, [y recuerda que] hacia Mí es el retorno. " . (Azora de Luqman, 31:14)

Así pues, cualquiera que acepte estas condiciones es aceptado y iniciado en la vía Tiŷāniyya.

Concluido este comentario pasamos a relacionar las cuarenta condiciones que conformarían la regla Tiŷānī y que se dividen en dos categorías, sin olvidar por ello lo que se ha dicho mas arriba:

1. Condiciones que perfeccionan la Vía.

2. Condiciones que son indispensables para la validez de la Vía.

Y estas a su vez se pueden clasificar en:

  a. Condiciones vinculadas a la conducta del individuo

  b. Condiciones vinculadas a la práctica de las letanías

 Así pues tendremos la siguiente clasificación,

1.a.     20 condiciones que perfeccionan la Vía, vinculadas a la conducta del individuo.

1.b.     10 condiciones que perfeccionan la Vía, vinculadas a la práctica de las letanías.

2.a.     3 condiciones que son indispensables para permanecer en la Vía.

2.b.     7 condiciones que son indispensables para la validez de las letanías recitadas.

1.a. Las condiciones que perfeccionan la Vía vinculadas a la conducta del individuo.

Son relativas a la actitud y conducta o comportamiento del alumno o alumna Tiŷānī y deben ser respetadas,

1.      El postulante elegirá libremente a un muqaddam que tenga una autorización autentica (iḏn ṣaḥīḥ). El muqaddam deberá explicar los compromisos y las condiciones de adhesión a la ṭarīqa Tiŷāniyya antes de conferir el permiso de recitar las letanías al postulante.

Es necesario que el postulante se asegure de que el muqaddam que le conferirá las letanías tenga temor de su Señor, observe la Šarīca y esté investido en su función por un muqaddam que ha su vez a recibido el permiso de otro y así ininterrumpidamente en una cadena de transmisión que ha de llegar hasta Sayyidinā Šayj Aḥmad al-Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él) el cual, a su vez recibió el permiso (iḏn) del mismo profeta Muḥammad (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) en estado de vigilia.

2.    El alumno o alumna Tiŷāni debe realizar siempre las cinco oraciones obligatorias, pues Dios (alabado sea) dice en el sagrado Corán:

﴿وَأَقِيمُواْ الصَّلاَةَ وَآتُواْ الزَّكَاةَ وَارْكَعُواْ مَعَ الرَّاكِعِينَ, 43 (سورة البقرة)

¡Haced la oración, dad la limosna obligatoria e inclinaos con los que se inclinan! (ِAzora de la vaca, 2:43).

respetando todos los requisitos legales exigidos y siempre que se pueda en congregación, en asambleas ortodoxas en las que no se desprecie a los santos de Dios, ni al sufismo, fuera de las asambleas de innovadores tal y como lo indica el final del versículo anterior:

﴿... وَارْكَعُوا مَعَ الرَّاكِعِينَ, 43 (سورة البقرة)

 “… e inclinaos con los que se inclinan” (ِAzora de la vaca, 2:43).

Las oraciones deben hacerse en las horas prescritas, pues Dios (exaltado sea) dice en el sagrado Corán:

﴿... إِنَّ الصَّلاَةَ كَانَتْ عَلَى الْمُؤْمِنِينَ كِتَاباً مَّوْقُوتا, 103ً (سورة النساء)

... la oración se ha prescrito a los creyentes en tiempos determinados (Azora de las mujeres, 4:103),

y con devoción:

﴿قَدْ أَفْلَحَ الْمُؤْمِنُونَ 1 الَّذِينَ هُمْ فِي صَلاَتِهِمْ خَاشِعُونَ, 2 (سورة المؤمنون)

¡Bienaventurados los creyentes, que hacen su oración con devoción! (Azora de los creyentes, 23:1-2).

3.      El alumno o alumna Tiŷānī deberá recitar, en todas sus oraciones, la basmala de la primera azora del Corán (al-Fātiḥa), recitándola en voz alta, si la oración se realiza recitando el Corán en voz alta.

4.      El alumno o alumna Tiŷānī deberá permanecer en calma, durante la oración, en la genuflexión (rukūc) y en la prosternación (suŷūd) el tiempo en el que recite tres veces subḥāna rabbī-l-caẓīm.

5.      El alumno o alumna Tiŷānī deberá practicar las oraciones supererogatorias de la noche, por lo menos dos ciclos de oración completos.

6.      El alumno o alumna Tiŷānī deberá respetar la jerarquía de obligaciones religiosas en cuanto a los actos de adoración obligatorios y supererogatorios. Dando siempre prioridad a los actos de obligación (farā'iḍ) sobre los meritorios (nawāfil).

7.      El alumno o alumna Tiŷānī deberá ser sincero en sus palabras y actos. Deberá evitar las mentiras y los engaños, así como lo censurable y lo dudoso.

8.      El alumno o alumna Tiŷānī deberá respetar y ayudar a sus padres vivos o muertos. Si están vivos, les deberá dar amor y asistencia y si están muertos deberá rezar y pedir por el reposo de sus almas cada día.

9.      El alumno o alumna Tiŷānī deberá amar a nuestro venerado guía el šayj Aḥmad Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él) hasta la muerte. Deberá tomar consciencia de que se encuentra en todo momento en la presencia del šayj Aḥmad Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él) y por lo tanto deberá observar una actitud respetuosa en todas las circunstancias y particularmente cuando se practique el ḏikr.

Los signos del amor que El alumno o alumna profesa al šayj Aḥmad Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él) se han de manifestar en el respeto y la consideración que observará hacia su muqaddam, que en realidad es un representante del šayj Aḥmad Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él).

10.  El alumno o alumna Tiŷānī deberá respetar a todos aquellos que pertenezcan a la ṭarīqa tiŷāniyya y sobre todo a los ancianos de la ṭarīqa.

11.  El alumno o alumna Tiŷānī no deberá perjudicar a otro discípulo o discípula ni ser injusto con él o ella. Nuestro venerable maestro el šayj Aḥmad Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él) ha dicho que el profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) le dijo:

“Dile a tus discípulos que no se hagan daño, pues todos ellos son mis hijos y quien toca al hijo toca al padre”.

12.  El alumno o alumna Tiŷānī deberán engrandecer y respetar a todos los santos de Dios –awliyā' Al·lāh– vivos o muertos. Pues son criaturas amadas de Dios.

13.  El alumno o alumna Tiŷānī deberá amar y respetar a todos sus semejantes, pues son criaturas de Dios. Deberá intentar que las criaturas de Dios no rompan con él, ser dulce con ellos y evitar hacerlos enfadar. Evitará permanecer más de tres días sin hablarse con una de las criaturas de Dios.

14.  El alumno o alumna Tiŷānī deberá detestar a todos los enemigos de nuestro venerado guía el šayj Aḥmad Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él) y a los enemigos de los santos de Dios –awliyā' Al·lāh– no sentarse con ellos, no comer con ellos, no asociarse con ellos. Todo ello con mesura y justicia pues quien hoy es tu enemigo por Dios mañana puede ser tu amigo por Dios.

15.  El alumno o alumna Tiŷānī deberá creer firmemente y preservar todo aquello que venga del šayj Aḥmad Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él).

16.  El alumno o alumna Tiŷānī no deberá contradecir o poner en duda lo que el šayj Aḥmad Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él) ha establecido, dicho o hecho pues es la puerta abierta a la perdición, ya que él como todo los santos de Dios, exaltado sea, es un representante del Profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia).

17.  El alumno o alumna Tiŷānī no deberá sentirse al abrigo de los graves designios de Dios (al-'aman min makr Al·lāh), hasta el punto de permitirse la licencia de incumplir con los preceptos de la Ley revelada (šarīca) porque crea que los beneficios de su práctica o por  las bendiciones prometidas por su pertenencia a la ṭarīqa Tiŷānī le van a proteger de la ira y del castigo divinos en este mundo o en el otro. Pues Dios exaltado sea dice en el sagrado Corán:

﴿ أَفَأَمِنُوا مَكْرَ اللَّـهِ ۚ فَلاَ يَأْمَنُ مَكْرَ اللَّـهِ إِلاَّ الْقَوْمُ الْخَاسِرُونَ, 38 (سورة النور)

(99) ¿Pueden sentirse jamás seguros de los graves designios de Dios? Pero sólo se sienten seguros de los graves designios de Dios quienes [ya] están perdidos. (Azora la Facultad de Discernimiento), 7:99)

Se relata en el libro Ŷawāhir al-Macānī que se le preguntó a Sayyidinā Šayj Aḥmad al-Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él) sobre el significado real de makr Al·lāh (los graves designios de Dios), así respondió:

“Significa el proceso mediante el cual Dios revela beneficio para el servidor y lo pone a disposición de él en abundancia, a continuación, lo mueve gradualmente a la etapa final de la perdición a causa de ese beneficio. Dios dice en el sagrado Corán:

﴿أَيَحْسَبُونَ أَنَّمَا نُمِدُّهُم بِهِ مِن مَّالٍ وَبَنِينَ, 55 نُسَارِعُ لَهُمْ فِي الْخَيْرَاتِ ۚ بَل لَّا يَشْعُرُونَ, 56 (سورة المؤمنون)

(55) ¿Piensan, acaso, que mediante la riqueza y los hijos que les damos (56) Nosotros [queremos sólo] hacer que compitan entre sí en hacer [lo que ellos consideran] buenas obras? ¡Qué va, pero no se dan cuenta [de su error]!. (Azora los Creyentes), 23:55-56)

El siervo debe ser siempre temerosos de su Señor. Nunca debe sentirse seguro de sí mismo, y su corazón no debe descansar del miedo al castigo de Dios,

﴿وَالَّذِينَ هُم مِّنْ عَذَابِ رَبِّهِم مُّشْفِقُونَ, 27 إِنَّ عَذَابَ رَبِّهِمْ غَيْرُ مَأْمُونٍ, 28 (سورة النور)

(27) y que se guardan del castigo de su Sustentador –(28) pues, ciertamente, del castigo de su Sustentador nadie hay que pueda sentirse [completamente] a salvo. (Azora las Vías de Ascenso), 70:27-28)

La fe (al-'imān) tiene dos alas, como un ave. La primera ala es el miedo (al-jawf), que es la agonía experimentada por el corazón debido a la gravedad de la amenaza. Como se ha relatado en la tradición profética (ḥadīṯ), el Profeta dijo (la bendición y la paz sea con él):

المؤمن يرى ذنوبه كأنه قاعد تحت جبل يخاف أن يقع عليه، والمنافق يرى ذنوبه كذباب مرّ على أنفه.

El creyente (al-mu'minun) observa sus pecados y se encuentra como si estuviera sentado debajo de una montaña, temeroso de que caerá sobre él, mientras que el hipócrita (munāfiq) observa a sus pecados como una mosca zumbando por encima de su nariz.

La segunda ala es su esperanza en Dios (al-raŷā'), la esperanza de que lo perdonará y no lo castigará, pero sin la expectativa de seguridad. Si la esperanza existe por sí solo, sin miedo, es una sensación de seguridad, y la sensación de seguridad de no sufrir los graves designios de Dios es la esencia misma de la falta de fe en Dios. Si el miedo existe por sí solo, equivale a desesperar de Dios y la desesperanza de Dios es la esencia misma de la falta de fe en Dios.”

18.  El alumno o alumna Tiŷānī deberá guardar escrupulosamente los secretos de las letanías y de la Vía. No explicar los secretos a aquellos que no pertenecen a la ṭarīqa, pues ningún secreto debe ser divulgado a los que no están preparados para recibirlo.

19.  El alumno o alumna Tiŷānī deberá ser escrupuloso con la práctica regular de las letanías y esforzarse en cumplirlas dentro de su período legal. Según nuestro venerado maestro el šayj Aḥmad Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él) quien es negligente con la práctica de las letanías realizándolas fuera de su tiempo o las abandona, tendrá muchas dificultades y se expone a una gran desgracia en este mundo y en el otro.

20.  El alumno o alumna Tiŷānī no deberá conferir el wirdu a otro, sin haber recibido autorización legal para ello. No deberá declarar a nadie que es un santo, si no lo es, no deberá declarar que es un maestro espiritual, si no lo es. Si realiza uno de estos tres actos y no se arrepiente de ello, tendrá un mal fin.

1.b. 10 condiciones que perfeccionan la Vía, vinculadas a la práctica de las letanías.

Estas condiciones perfeccionan la práctica de las letanías. Su incumplimiento no las invalida.

1.      Sentarse al recitar el wird y el waẓīfa, con corrección y concentrado, excepto si hay una excusa, entonces se puede leer aunque sea caminando, con la condición de que no se apoye uno en una impureza (naŷasa), y no se pierda la concentración, y después estas en la elección en cuanto al sentarse, hay tres maneras; de rodillas sentándose sobre los pies, y la espalda inclinada hacia delante; sentado en el suelo, con las piernas cruzadas hacia delante; sentado como en la posición de sunna en el momento del taḥiyya durante la oración ritual. También las manos apoyadas sobre los muslos, la cabeza gacha sin inclinarla ni a derecha ni a izquierda y preferentemente, los ojos cerrados.

2.      Orientarse hacia la qibla, excepto si hay una excusa como el hecho de viajar. No obstante es preferible en la mezquita del Profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) en Madīna, orientarse hacia su tumba. Ahora bien, cuando se recitan las letanías en asamblea en el waẓīfa cotidiano y el haylala del viernes, se permite ponerse en círculo.

3.      Se ha de visualizar la imagen del šayj Aḥmad Tiŷānī (Dios Altísimo esté complacido de él) pensando en beneficiarse de su luz, o mejor en la imagen del Mensajero de Dios (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia), en sus ambos aspectos criatural (juluqī) y divino (rabbanī), y si no se puede, imagina una esencia de luces divinas (ḏāt anwar ilahiyyah), y creer que ella es la esencia del profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) (ḏātu-n-nabiyyu) o del ejemplo a seguir (qudwa), y has de imaginar que estas sentado en la presencia de esta esencia (ḏāt), que te esta cubriendo con sus luces y entre tu corazón y su corazón hay una comunicación especial (mīzāb) y esta comunicación te traerá de su presencia, las luces y los secretos. Tienes que cuidar la concentración (al-jušūcu), y la cortesía (al-adāb), porque estas en la presencia del Señor de los árabes y de los no árabes, pensar en el sentido del ḏikr o en su defecto prestar atención a las palabras pronunciadas.

4.      Pensar en el significado de lo que se recita o concentrarse en las palabras y letras pronunciadas.

5.      Comenzar el ḏikr formulando la intención (niya), de recitar el ḏikr con el que vas a llegar a la Presencia divina, si Dios quiere.

6.      Si se esta solo, se recitará el ḏikr en voz baja pero lo suficientemente alto para que el oído entienda lo que se dice.

7.      El ḏikr se recitará lenta y pausadamente esforzándose en articular y pronunciar correctamente.

8.      Observar reposo y una pausa silenciosa después de recitar las letanías y antes de dedicarse a otra cosa.

9.      Es mejor abstenerse de comer o de beber durante e inmediatamente después del ḏikr; mejor esperar alrededor de una media hora antes de comer o beber.

10.  Si hay una reunión, y en la medida de lo posible, realizar el waẓīfa o el haylala en asamblea.

2.a. Condiciones que son indispensables para permanecer en la Vía.

Son tres. Si el alumno o alumna Tiŷānī incumple una de las siguientes condiciones debe renovar su afiliación a la Vía (taŷdīd).

1.      Que esta absolutamente prohibido invocar la intercesión de cualquier santo ajeno a la ṭarīqa Tiŷāniyya, vivo o muerto. Dicho de otro modo la visita –ziyāra– que esta prohibida es aquella hecha con el objetivo de recibir bendiciones o aperturas espirituales de los santos – extranjeros a la ṭarīqa, con la exclusión de los compañeros (Dios esté complacido de todos ellos) del Profeta (la paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia) o de las visitas hechas a otros maestros por deber de parentesco o por pertenencia a la misma comunidad, o simplemente por instruirse y escuchar sus enseñanzas.

2.      El alumno o alumna Tiŷānī debe librarse de toda obediencia hacia otra ṭarīqa antes y después de afiliarse a la ṭarīqa Tiŷāniyya.

3.      El alumno o alumna Tiŷānī no debe bajo ningún pretexto, renegar de la ṭarīqa Tiŷāniyya, debe respetar sus compromisos durante toda la vida y practicar regularmente sus letanías –awrād– sin abandonarlas o descuidarlas.

[En relación a ésta última, se nos ha transmitido oralmente que si el alumno o alumna descuida y/o neglige su práctica completamente por más de tres días deberá renovar su afiliación y Dios es mas sabio.]

2.b. Las condiciones que son indispensables para la validez de las letanías recitadas.

Son siete. Para dar por correctamente realizadas las letanías, el alumno o alumna debe reunir obligatoriamente las siguientes condiciones:

1.      Ṭahārat al-ḥadaṯ. Estar en estado de pureza ritual tal y como lo especifica la Šarīca, por el lavado (gasl), la ablución con agua (wuḍū'), y la ablución seca (tayammum), según los casos. Las abluciones confieren pureza y luz.

2.      Ṭahārat al-jabaṯ. Asegurarse de la pureza del cuerpo, de las ropas utilizadas en el momento de recitar las letanías y del lugar donde se va a realizar; y esto porque se va a entrar en la Presencia de Dios Altísimo (Alabado y ensalzado sea).

3.      Deberá ocultar sus partes intimas (al-cawra) y ponerse ropas decentes tal y como se exige para las oraciones obligatorias.

4.      No se hablará desde el momento en que se empieza hasta el momento en que se acaba, excepto si hay una excusa para ello, y solo decir una o dos palabras, se puede interrumpir para responder a los requerimientos del padre o de la madre ya que en ello se encuentra una satisfacción Divina (riḍā al-raḥmān). Y en el caso de la mujer casada, la mujer ha de responder a su marido lo que el le pida o lo que el quiera, para recibir el favor (faḍl) de Dios. En los demás casos se usarán gestos y si estos no son suficientes, y si hay una excusa para ello (cuḏr) se dirán una o dos palabras a título de respuesta, si se profieren más de dos palabras el ḏikr será invalido y se habrá de empezar de nuevo. Cuando se trata de responder a los padres o al marido el ḏikr no será nulo sea cual sea el número de palabras pronunciadas.

5.      Es necesario tener la intención –niyya– de que se va ha leer las letanías (awrād) y determinar el tiempo (mañana o tarde) del wird que se va a leer, pues hay que diferenciar. Esto religa el corazón con Dios, y el corazón hereda la satisfacción de Dios. La intención se formula en el corazón, no obstante no esta prohibido formularla en voz alta.

Y si se deja una de estas cinco condiciones, no se acepta este acto de adoración (cibāda), y hay que repetir el ḏikr.

6.      Para recitar la “la Perla de la Perfección” o “Ŷawharat al-kamāl” es obligatorio estar en estado de pureza ritual (Ṭahārat al-ḥadaṯ), con exclusión de la ablución seca (tayammum). En caso de impedimento debido, a que no se reúnan las condiciones requeridas para su recitación, se puede legítimamente remplazar los doce Ŷawharat al-kamāl por veinte ṣalāt al-fātiḥi (son cinco ṣalāt al-fātiḥi por cada tres Ŷawharat al-kamāl). Pero si se reúnen las condiciones su remplazo por veinte ṣalāt al-fātiḥi invalida la waẓīfa. Mas, si no se reúnen las condiciones y se recitan veinte ṣalāt al-fātiḥi, no es necesario volver a recitar, más tarde, las doce Ŷawharat al-kamāl o la waẓīfa.

7.      Estar sentado en el suelo de manera respetuosa, y no sobre una elevación excepto si hay un inconveniente.

  

 

 

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