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Introducción del Traductor

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Libro B: Credo

Libro C: Purificaciones

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Libro E: Funerales

Libro F: Ayuno

Libro G: Zakat

Libro H: Peregrinación

Libro I: Alimentación

Libro J: Yihad

Libro K: Juramentos y Votos

Libro L: Matrimonio y Divorcio

Libro M: Derecho Mercantil

Libro N: Manumisión

Libro Ñ: Patrimonio

Libro O: Derecho Penal

Libro P: Derecho Procesal

Libro Q: Derecho de Sucesiones

Libro R: Miscelánea

Libro S: Postfacio

ANEXO I

ANEXO II

ANEXO III


Índice

c1. Capítulo de lo que hace obligatorio el wuū' y el gusl.

c2. Capítulo sobre la pureza del agua, las ropas, el lugar de oración y la vestimenta admitida para rezar.

c3. Capítulo en el que se describe el wuû', sus sunnas, sus obligaciones y el aseo íntimo con agua y con piedras.

c4. Capítulo sobre el gusl.

c5. Capítulo sobre quien no encuentra agua y descripción del tayammum.

c6. Capítulo relativo a pasar la mano humeda (mas) sobre los calcetines de cuero (jūf).


c6 CAPITULO RELATIVO A PASAR LA MANO HUMEDA (MASḤ)

SOBRE LOS CALCETINES DE CUERO(JŪF)

[Clasificación jurídica del acto]

1. Está permitido[1] pasar la mano húmeda sobre los calcetines de cuero, tanto estando de viaje como residiendo, mientras no se los quite uno[2].

[Condiciones]

Y ello siempre y cuando se los ponga uno tras haberse lavado los pies en el curso del wuḍū’ posibilitador de la oración.

Sólo así será posible - cuando se incurra en impureza menor y se quiera hacer el wuḍū’ – pasar las manos húmedas sobre los calcetines de cuero. De otro modo, no[3].

[Modo de hacerlo]

2. El modo[4] de pasar la mano es colocar la mano derecha por encima del calcetín de cuero sobre el extremo de los dedos del pie[5] y la izquierda por debajo, para luego deslizarlas hasta los tobillos[6].

3. Se hará lo mismo en el caso del pie izquierdo; pero poniendo la mano izquierda por encima y la derecha por abajo[7].

4. No se deberá pasar la mano sobre los restos de barro o boñigas que queden adheridos a la suela de su calcetín de cuero hasta que no se limpien frotándolos o lavándolos[8].

5. Según otra opinión, se pasará la mano por la suela del calcetín de cuero empezando desde el talón y terminando en el extremo de los dedos del pie, para que no llegue excremento húmedo alguno al talón de sus calcetines de cuero[9].

6. Y si hubiese en la suela [del calcetín de cuero] barro, que no pase su mano sobre la misma hasta que no lo limpie[10].


[1] Se trata de una licencia, siendo lo preferible el lavarse los pies.

[2] En la escuela mālikī, a diferencia del resto de las escuelas, el hecho de pasar la mano sobre los calcetines de cuero no está sujeto a restricciones temporales como en las otras tres escuelas, en las que se estipula un día de validez para el residente y tres días para el viajero. En la escuela mālikī, la validez perdura mientras no se quite uno los calcetines de cuero o se incurra en impureza mayor (ŷanāba), si bien es recomendable quitárselos al menos de viernes en viernes.

No es la norma a seguir en estos comentarios el indicar el fundamento de cada uno de los juicios que figuran en el texto de la Risāla; sin embargo en algunas ocasiones - especialmente cuando la opinión de Mālik discrepe con la de los otros tres imames o con las opiniones de los que siguen literalmente los ḥadīces - mostraremos el fundamento sobre el que se basa nuestro Imām.

El fundamento en el que se basan los no mālikíes es el hadīṯ transmitido por cAlī y que figura en el Ṣaḥīḥ de Muslim y un par de ḥadīces más de transmisión fuerte (ṣaḥīḥ) en los que claramente se estipulan las restricciones temporales arriba indicadas.

El principal fundamento de los mālikíes es el hecho de que cUmar ibn al-Jaṭṭāb negaba dichas restricciones.

Ahora bien, no hay que entender de ello que Mālik, que Al·lāh esté complacido con él, antepusiese las opiniones de cUmar a las instrucciones del Profeta, la paz sea con él. Sino que Mālik concibe lo dicho por cUmar (o sea la ausencia de restricciones temporales) no como opinión suya sino como algo en sí tomado del Profeta. En efecto, en muchas ocasiones los Compañeros (Ṣaḥāba) decían cosas que no se las atribuían al Profeta, la paz sea con él, pero que provenían de él. La prueba está en cómo el mejor de todos los Compañeros y el mayor conocedor de la Sunna, Abū Bakr, apenas transmitió cien ḥadīces, mientras otros que eran menos conocedores de la Sunna transmitieron muchos más. Ibn al-Qayyim al-Ŷawziyya muestra en su Iclām al-Muwaqicīn cómo, en muchas ocasiones, lo dicho por un Compañero realmente proviene del Profeta aunque aquel no lo manifieste. Lo mismo dice Abū Zahra en Mālik (pág. 264-268). El hecho, pues, de que la postura de cUmar según la cual no hay restricciones temporales tenga su fundamento en la Sunna, lo corrobora la existencia de ḥadīces de transmisión débil en Abū Dāwud, al-Ḥākim y ad-Dāraqutnī donde el Profeta, la paz sea con él, no impone restricción temporal alguna.

Asimismo, añadiremos que el hecho de quitarse los calcetines de cuero invalida la posibilidad de pasar la mano húmeda sobre ellos, y lo que habría que hacer para seguir conservando el wuḍū’ es lavarse los pies sin dilación alguna. Si el retraso en lavarse los pies tras quitarse los calcetines de cuero fuese igual o superior al tiempo que tardan los miembros del wuḍū’ en secarse de agua, entonces habría que empezar el wuḍū’ de nuevo. Si se quitase un solo calcetín de cuero, tendría que quitarse el otro también y lavarse los pies con agua; ya que no es válido que se lave uno de los pies y que pase la mano húmeda sobre el calcetín de cuero que no se hubiese quitado.

Las condiciones que debe reunir el calcetín de cuero son cinco:

1- Que sea de cuero y no de otro material (a esto debemos añadir que en las escuelas ḥanafī y ḥanbalī está permitido que el calcetín sea de otro material; pero siempre y cuando éste sea lo bastante grueso como para ser opaco y para que no lo atraviese el agua).

2- Que dicho cuero sea puro. Por lo que no es válido si proviene de un animal no sacrificado correctamente (mayta) aun estando curtido. Tampoco ha de estar manchado por impureza alguna.

3- Que esté cosido y no pegado con cola, por ejemplo.

4- Que cubra completamente la parte del pie cuyo lavado es obligatorio.

5- Que se pueda andar con él; ni demasiado ancho, ni demasiado estrecho.

Asimismo, añadiremos que quien se ponga los calcetines de cuero con la mera intención de evitarse la molestia de lavarse los pies en el wuḍū’ no le será válido el pasar las manos húmedas sobre dichos calcetines. Sí le será válido, sin embargo, a quien se los ponga por necesidad, frío, calor o por imitar al Profeta, la paz sea con él.

[3] O sea:

1. Si se pone los calcetines de cuero sin purificarse antes,

2. Se purifica por medio de tierra (tayammum) y no de agua (wuḍū’),

3. Se purifica por medio de agua, pero no lo hace completamente.

[4] Recomendable (o meritorio).

[5] Derecho.

[6] El hecho de pasar la mano húmeda sobre los calcetines de cuero es un acto cuyo fundamento es la facilitación, de ahí que sea desaconsejable (makrūh):

1. Insistir en los pliegues del calcetín,

2. Hacerlo más de una vez,

3. lavar el calcetín de cuero.

[7] La opinión más difundida es que pasar la mano por encima del calcetín de cuero es obligatorio; y pasarla por debajo, meritorio. Por ello, es tan sólo aconsejable para quien omita pasar la mano húmeda por debajo del calcetín de cuero que repita la oración mientras esté en el tiempo electivo.

[8] Se lavan, sobre todo, cuando se trate de boñigas que constituyan impureza como las de caballos, asnos y burros.

[9] Esta opinión tiene su fundamento en el hecho de no transportar impureza alguna desde la suela del calcetín de cuero hasta la parte superior del mismo. Ya que la parte superior del calcetín de cuero es de limpieza obligatoria, mientras la inferior o suela es meritoria. Sin embargo, si ya anteriormente ha dicho que se han de limpiar las impurezas que se adhieran a la suela del calcetín de cuero, esta segunda opinión es innecesaria.

[10] Mera repetición de lo ya dicho anteriormente.

Centro de Estudio y Difusión de la Vía Tiŷāniyya