La vida de Šayj Aḥmad al-Tiŷānī
Las condiciones de la Vía Tiŷāniyya
Los favores de la Vía Tiŷāniyya
Kitāb Ŷawāhir al-Rasā'il
al-ḥāwī
bacḍ culūm waṣilat al-waṣā'il
Mawlānā al-Šayj al-Ḥaŷŷ Ibrāhīm b. al-Šayj cAbda-l·lāh al-Tiŷānī al-Kaulajī
Exposición y aclaraciones sobre la Tiŷāniyya y los Tiŷānī.
Kitāb Ŷawāhir al-Rasā'il
Exhortaciones
Explicaciones doctrinales
Kitāb Ziyādat al-Ŷawāhir
El libro de las perlas epistolares, que contienen algunos conocimientos del intermediario de los intermediarios a Dios, nos señor, el maestro, Ḥaŷŷ Ibrahim hijo de cAbda-l·lāh, el Tiŷānī, el Kaolaki. (Dios Altísimo esté complacido de él y por él de nosotros)
Epístola trigésima. (Página 136 y 137. Vol. II. Exposiciones doctrinales)
Epístola trigésima de las exposiciones doctrinales.
En el Nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo.
A mi muy apreciado hijo al-Amīn Šaqr:
¡Alabado sea Dios!
Me he limitado a lo determinado, y he transmitido a tus mujeres las letanías (al-awrād) del Sello Tiŷānī, con su autorización – ¡que Dios esté complacido con él! –, con el requisito de que acepten todas las condiciones establecidas en la Ṭarīqa.
En cuanto a la esencia del Gnóstico (cĀrif bi-l·lâh), se puede decir que en realidad el Gnóstico es aquél cuya extinción (fanā') y permanencia (baqā') son auténticas y verdaderas. El que ha alcanzado únicamente la extinción (fanā'), ha conseguido extinguir la existencia de todo lo que es otro que Dios. Pero el Gnóstico ve la creación (al-jalq) como la Esencia Divina (al-Ḥaqq), reuniendo así la unidad y la separatividad, mientras que el que ha realizado sólo la extinción reúne [exclusivamente la multiplicidad en la unidad]. Lo que acabo de describir corresponde a lo que es el Gnóstico según la Élite iniciática (al-Qawm).
En cuanto a mi, el Gnóstico, según mi terminología, es el que se ha extinguido en la Esencia una vez, en el Atributo dos veces y en el Nombre una vez, que ha establecido su ser en estas tres Realidades, que ve el Ser directamente, que ha consolidado los Nombres con el Nombre, y lo ve él mismo. Y ésta es una estación sumamente elevada en el conocimiento divino (macrifa).
En cuanto al rango de los Gnósticos, debes saber que ellos son la Voluntad de Dios (murād Al·lāh) en Su creación. A través de ellos, Él hace vivir y morir, hace caer la lluvia y hace crecer. Si no existieran, el mundo entero desaparecería en un abrir y cerrar de ojos, tal y como lo indica el siguiente versículo:
«Y si no fuera por la protección de Dios entre los hombres unos con otros, se corrompería la tierra» (2, 251).
En cuanto a la progresión en el camino espiritual, ésta se efectúa elevándose gradualmente de ciencia en ciencia, sin encontrar jamás fin en ello, puesto que Dios mismo nunca tiene fin.
En cuanto al Santo, él es el sabio que obra (al-cālim al-cāmil), el creyente que ha alcanzado la certidumbre:
“Y ciertamente los Santos de Dios no están sometidos al miedo ni a la desesperanza, ellos son los que creen, los piadosos” (10, 62-63).
En conclusión, todo Gnóstico es Santo, pero la inversa no es cierta: no todo Santo es Gnóstico. El Santo es seguidor de la Ley revelada (šarīca), y el Gnóstico es seguidor de la Realidad esencial (ḥaqiqa). El Santo posee la ciencia de la certidumbre (cilm al-yaqīn), y el Gnóstico la realidad de la certidumbre (ḥaqq al-yaqīn). O si quieres también puedes decir que el Santo es el dueño de la devoción (cubūdiyya), y el Gnóstico el dueño de la adoración (cubūda); o que el Santo es el dueño de “Es a Ti a quien adoramos”, y el Gnóstico de “Y a Ti imploramos ayuda” (1, 5), y así sucesivamente con otras expresiones.
Y que la Paz esté contigo.
Šayj Ibrāhīm b. al-Ḥaŷŷ cAbd Al·lāh al-Tiŷānī.
Centro de Estudio y Difusión de la Vía Tiŷāniyya