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La Fayda Tiŷāniyya

 

 


«قَالَ سَيِّدُنَا الشَّيْخُ رَضِيَ الله تَعَالى عَنْهُ وأَرْضَاهُ وَعَنَّا بِهِ: تَأْتِى فَيْضَةٌ عَلَى أَصْحَابِى حَتىَ يَدْخُلَ النَّاسُ فى طَرِيقَتِنَا أَفْوَاجاً أَفْوَاجاً. تَأْتِى هَذِهِ الْفَيْضَةُ وَالنَّاسُ فِى غَايَةِ مَا يَكُونُونَ مِنَ الضِّيقِ وَالشِّدَّةِ.»


El concepto de Desbordamiento Espiritual (al-fayḍa) en la doctrina Tiŷānī.

 

Por Zakariya Wright

 

Traducción y adaptación del inglés al español,  realizada por el Centro de Estudios y Difusión de la Vía Tijaniya del trabajo intitulado "The Concept of the Spiritual Flood (fayda) in Tijani Doctrine".

 

http://tijani.org/the-concept-of-the-spiritual-flood-fayda-in-tijani-doctrine/

 

El concepto de fayḍa, que significa “desbordamiento”, “efusión”, “inundación” o “superabundancia”, vino a personificar a la comunidad, recientemente conocida como la congregación de la Fayḍa Tiŷāniyya (ŷamaca al-fayḍa al-tiŷāniyya) del šayj Ibrāhīm Nyasse –Dios esté complacido de él–. Pero la palabra, y ciertamente su raíz: fā', yā' y ḍāḍ, fue utilizada mucho antes en los círculos Tiŷānī, así como de manera más amplia en el discurso Sufí y musulmán. Ciertamente, la articulación de la fayḍa, ha logrado una inigualable articulación, con la aparición de su dueño, Ṣaḥib al-Fayḍa Šayj Ibrāhim Nyasse –Dios esté complacido de él. Este papel sigue las aplicaciones anteriores del concepto de fayḍa y después discute el significado de fayḍa para Šayj Ibrāhīm y sus seguidores. Estoy profundamente endeudado, en relación a este esfuerzo, a la dirección y explicación de Šayj Ḥassan Cisse –Dios esté complacido de él–, y a Muḥammad Andrea Brigaglia, que escribió un artículo anterior sobre el tema.[1]

Para comenzar con un significado más exacto de la palabra:

La palabra árabe: fā', yā' y ḍāḍ, de la cual derivan algunos términos, que se repiten muy a menudo, en el lenguaje usado por Šayj Ibrāhīm Nyasse –Dios esté complacido de él– (como por ejemplo: fayḍa, afāḍa, mufiḍ), literalmente significa: “desbordar”, “inundar”, “decir con excesiva efusión hacia fuera”, “verter hacia fuera abundantemente”, “emanar”, “separarse hacia fuera”, “verter”. Sugiere un movimiento exterior y urgente, implicando también la idea de exuberancia, superabundancia.[2]

La raíz se produce en ambos, el Corán y el Ḥadīṯ. fā' - yā' - ḍāḍ, se menciona en el Corán en el contexto de desbordar de lagrimas (tafīḍu) por Dios (5: 83, 9:92),

﴿وَإِذَا سَمِعُوا مَا أُنْزِلَ إِلَى الرَّسُولِ تَرَىٰ أَعْيُنَهُمْ تَفِيضُ مِنَ الدَّمْعِ مِمَّا عَرَفُوا مِنَ الْحَقِّ يَقُولُونَ رَبَّنَا آمَنَّا فَاكْتُبْنَا مَعَ الشَّاهِدِينَ (سورة المائدة, 83)

Pues, cuando llegan a entender lo que se ha hecho descender sobre este Enviado, puedes ver como sus ojos se llenan de lágrimas porque reconocen algo de su verdad. Azora 5:83

﴿وَلاَ عَلَى الَّذِينَ إِذَا مَا أَتَوْكَ لِتَحْمِلَهُمْ قُلْتَ لاَ أَجِدُ مَا أَحْمِلُكُمْ عَلَيْهِ تَوَلَّوْا وَأَعْيُنُهُمْ تَفِيضُ مِنَ الدَّمْعِ حَزَنًا أَلاَّ يَجِدُوا مَا يُنْفِقُونَ (سورة التوبة, 92)

Ni serán objeto de reproche aquellos a los que, cuando acudieron a ti Oh Profeta, para pedirte que les proporcionaras monturas, dijiste: “No encuentro monturas para vosotros” -- y entonces se alejaron con los ojos llenos de lágrimas por carecer de medios para gastar en su equipamiento.. Azora 9:92

o de avanzar con la muchedumbre de peregrinos de cArafat (2:199)

﴿ثُمَّ أَفِيضُوا مِنْ حَيْثُ أَفَاضَ النَّاسُ وَاسْتَغْفِرُوا اللَّهَ إِنَّ اللَّهَ غَفُورٌ رَحِيمٌ (سورة البقرة, 199)

y avanzad en tropel con la multitud de gentes que avanzan en tropel, y pedid a Dios que os perdone vuestras faltas: pues, ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia. 2:199

Los dichos del profeta proporcionan una asociación más explícita que en el Corán, entre este concepto de “desbordar”, de “inundar” y de “multitudes” y el de la gracia Divina. Según el Ḥadīṯ,

«إن الله خلق الخلق في ظلمة ثم أفاض عليهم من نوره.»

“En verdad Dios creó el mundo en la oscuridad, después él vertió (afāḍa) sobre él Su luz.”

La tradición Sufí, especialmente con Ibn al-cĀrabī –Dios esté complacido con él–, desarrolló posteriormente, el significado de fayḍ. Así el concepto al-fayḍ al-'aqdasla efusión santificada– vino a ser definido como “la auto-revelación de Dios, manifestándose a Sí mismo en la eternidad.”[3]

El libro principal de la Vía Tiŷāniyya, Ŷawāhir al-macānī wa bulūg al-amānī, se inicia con las siguientes palabras:

«الحمد لله الذي أفاض على أوليائه وأحبائه وأصفيائه من النور الأحمدي أنواراً, ...»

Alabado sea Dios, que ha inundado (afaḍa) de las luces Aḥmadi-s a Sus santos, Sus amados y a Sus elegidos.[4]

El šayj Ahmad al-Tiŷānī –Dios esté complacido de él– ha asociado su propia posición espiritual (maqām) con el concepto de fayḍ.

«قال سيدنا الشيخ رضي الله تعالى عنه وأرضاه وعنا به: أن الفيوض التي تفيض من ذات سيد الوجود - صلى الله عليه و آله وسلم - تتلقاها ذوات الأنبياء وكل ما فاض وبرز من ذوات الأنبياء تتلقاها ذاتي ومني تتفرق على جميع الخلائق من نشأة العالم إلى النفخ في الصور. . .»

Las emanaciones espirituales (fuyūḍ), las cuáles proceden de la esencia del señor de la existencia (sayyid al-wuŷūd) –La paz y la bendición de Dios sean sobre él y su familia– son recibidas por las esencias de los profetas; y todo lo que fluye de los profetas es recibido por mí esencia, y de mí se distribuye entre las criaturas de Dios del principio del mundo hasta que la trompeta sea soplada.[5]

El šayj Ahmad al-Tiŷānī –Dios esté complacido de él– dotó el concepto de fayḍ con un significado comprensivo de la abundancia (faḍl) espiritual que Dios concede al santo:

La iluminación (fatḥ) consiste en la desaparición del velo, y en el acceso de los significados ya mencionados. Esto se llama la “inundación” (fayḍ), porque desborda (faḍā) después de haber estado estancado. Fayḍ incluye ciencias (culūm), secretos (asrār), realidades (haqā'iq), gnosis (macrifa) y luces (anwār).[6]

Los primeros eruditos Tiŷānī, asociaron así, fayḍ, con las elevadas estaciones espirituales conseguidas por los herederos del šayj Ahmad al-Tiŷānī –Dios esté complacido de él–. Cuando Sayyidī cAlī al-Tamasīnī –Dios esté complacido de él–, señalado califa de la Tiŷāniyya, después de la muerte del šayj Ahmad al-Tiŷānī –Dios esté complacido de él– ascendido a la estación del “Polo” (quṭbaniyya), se ha dicho

 

“se manifestó en él, una inundación (fayaḍān wiŷdānī) tal, como nunca se había visto antes entre los šuyūj perfeccionados, y la gente vino a él desde los lugares muy lejanos para tomar la Vía de su mano, así como sus bendiciones.”[7]

Otros eruditos Tiŷānī, tales como al-Haŷŷ cUmar Tal, Sayyidī al-cArabi b. Sa'iḥ, Muḥammad ibn Jayr al-cAlawi y Muḥammad al-Naẓīfi –Dios esté complacido de todos ellos–, han comentado extensamente el concepto de fayḍ y fayḍa (que gramatical es simplemente una versión especificada del término general fayḍ; significando una inundación que se puede poseer o incorporar). Especialmente sugestivo, es un dicho atribuido al šayj Ahmad al-Tiŷānī mismo –Dios esté complacido de él– :

«قال سيدنا الشيخ رضي الله تعالى عنه وأرضاه وعنا به: تأتى فيضة على أصحابى حتى يدخل الناس فى طريقتنا أفواجا أفواجا. تأتى هذه الفيضة والناس فى غاية ما يكونون من الضيق والشدة.»

“Una inundación (fayḍa) vendrá sobre mis compañeros, de modo que la gente entrará en nuestra Vía en muchedumbres. Esta fayḍa vendrá cuando la humanidad estará en las profundidades del dolor y de la desesperación.”[8]

El santo mauritano Muḥammad al-Ḥāfiẓ ibn Jayr al-cAlawi –Dios esté complacido de él– asoció el concepto de fayḍa con un conocimiento superior del Corán y con la capacidad de “despertar los corazones de los durmientes[9]. El sabio marroquí Muḥammad al-Naẓīfi (1853-1947) –Dios esté complacido de él– ha explicado más tarde,

“la Vía Tiŷāniyya perdurará, permaneciendo a través de las épocas. Y en los últimos tiempos, dará a luz a la fayḍa. Entonces la humanidad entrará en grupos, (despiertos) nostálgicos por lo que ellos atestiguan de la conexión Divina que florece (antes de ellos).”[10]

Según el libro titulado Kāšf al-Ilbās del šayj Ibrāhim –Dios esté complacido de él–, muchas de los maestros notables de la Vía Tiŷāniyya antes de él –Dios esté complacido de él–, incluyendo al-Haŷŷ cUmar –Dios esté complacido de él– y su propio padre šayj cAbdu-l·lāhNyasse –Dios esté complacido de él–, habían intentado activamente lograr la fayḍa, pero comprendieron, que su tiempo no era todavía maduro.[11] Como Brigaglia resume,

fayḍ, representado con las metáforas del agua y/o de la luz, desempeñó un papel bastante importante dentro del lenguaje místico de la Tiŷāniyya, bien antes de la explosión de la ŷamaca al-fayḍa del šayj Ibrāhīm Nyasse –Dios esté complacido de él–.”[12]

En 1930, en el momento de la gran depresión mundial, el šayj Ibrāhīm Nyasse –Dios esté complacido de él– publicó, su pretensión de poseer al-faydat al-Tiŷāniyya. Esencialmente la idea parece reflejar de cerca las propias manifestaciones del šayj Ahmad al-Tiŷānī –Dios esté complacido de él– sobre el flujo de la Gracia, la Misericordia y el Amor Divinos, pasando a través del Profeta –la paz y las bendiciones de Dios sean sobre él y sobre su familia– a la creación de Dios. Por supuesto la expresión más alta de este amor es: Dios permitiendo que Su creación le conozca.

El šayj Ibrāhīm Nyasse –Dios esté complacido de él– enunció una parábola para conceptualizar el flujo de la gnosis Divina, a la creación, a través del intermediario del Profeta –la paz y las bendiciones de Dios sean sobre él y sobre su familia– y de los santos.

Se ha dicho que Dios es un pozo, “cuyo Ser es continuo y sin final”, el conocimiento de Dios es el agua, “tan preciosa, que no puede ser desperdiciada, pero no puede ser puesta nuevamente, dentro de un pozo que desborda ya”; el Profeta –la paz y las bendiciones de Dios sean sobre él y sobre su familia– es un cubo “que nunca necesita de reparación” extrayendo el agua del pozo; el šayj Ahmad al-Tiŷānī –Dios esté complacido de él– es el “trabajador incansable, que extrae continuamente el agua del pozo” y šayj Ibrāhīm, es una cuenco al lado del pozo, “un adepto extraordinario que ha recibido tantísimo del camino de la Gnosis Divina, que debe comunicar esta Gnosis a otros o desbordará.”13[13]

La aparición del šayj Ibrāhīm Nyasse –Dios esté complacido de él– también se extrae de una visión del mismo šayj Ahmad al-Tiŷānī –Dios esté complacido de él– acerca de la distinguida función histórica en su Vía, en una edad corrupta. El šayj Hassan Cisse –Dios esté complacido de él– describe al šayj Ibrāhīm Nyasse –Dios esté complacido de él– como, manifestando “la posibilidad de lograr la perfección espiritual en la edad moderna.”[14]

En su primer escrito público, por la defensa de su pretensión de la fayḍa en su libro titulado Kāšf al-Ilbās, šayj Ibrāhīm –Dios esté complacido de él– asoció explícitamente la posesión de la fayḍa a su capacidad de proveer a los seguidores de la tarbiyya, de la preparación espiritual necesaria para alcanzar la iluminación (fatḥ) y la gnosis Divina (al-macrifa). Ciertamente el alcance de las actividades del šayj Ibrāhīm –Dios esté complacido de él– y el número de los seguidores a los que él inició en el conocimiento de Dios, no tenia precedente, desde la época del šayj Ahmad al-Tiŷānī –Dios esté complacido de él–.

Mantengo que la gente ahora ha entrado en la ṭarīqa en muchedumbres; y que quizás las otras órdenes Sufi, se han abrogado de hecho,[15] si uno considera que ninguna de ellas, aún, pueden proporcionar la tarbiyya; y hemos visto en esta época, dificultades y desesperación nunca vistas por los distinguidos hombres del pasado. Por lo que sé, nunca ha ocurrido en nuestra ṭarīqa, desde los días de su aparición hasta este momento, una iluminación tan profunda entre los seguidores de Šayj Ahmad al-Tiŷānī, una gnosis igual y una absorción tan profunda en Dios, renunciando a todo excepto a Él: “Esto es el favor de Dios que da a quien Él quiere, y Dios tiene grandes generosidades a ofrecer.”[16]

Como el šayj Hassan Cisse –Dios esté complacido de él– explica,

“si meditamos sobre las palabras del poseedor de la Fayḍa, estará claro para nosotros que los signos de la aparición de esta Fayḍa no aparecieron en ninguna otra persona fuera del šayj Ibrāhīm Nyasse –Dios esté complacido de él–. De hecho, a través de él, la gente se afilió a la ṭarīqa en grupos y multitudes, de todas las razas, árabes y no-Árabes; toda los cuales alcanzaron el conocimiento de Dios, por medio del testimonio (directamente) y de la contemplación (la presencia de Dios), y no a traves del camino de las evidencia (deductivas) (dalil) o prueba (material) (burhan).”[17]

Sayyidi cAlī Cisse –Dios esté complacido de él–, el discípulo más cercano del šayj Ibrāhīm –Dios esté complacido de él– y padre del šayj Hassan Cisse –Dios esté complacido de él–, asimismo asoció la posesión de la fayḍa con la capacidad de proporcionar la instrucción espiritual a cantidades grandes de gente.

Dios lo estableció (al šayj Ibrāhīm –Dios esté complacido de él–) como lugar de irrigación para los viajeros espirituales, aquel que proporciona esperanza a los buscadores, ayuda para éstos en la necesidad, auxilio para el indigente, alimento para los hambrientos. Dios lo dotó con la fayḍa anunciada por el Polo Oculto (al-quṭb al-maktūm), el renombrado Sello Muḥammadī (al-jātim al-muḥammadi al-maclum), nuestro Šayj y nuestra ayuda, el dueño de la efusión (fayḍ), nuestro maestro Aḥmad b. Muḥammad al-Tiŷānī –Dios esté complacido de él–.

Para él (la fayḍa) se ha separado y ha continuado sin interrupción, puesto que está ocurriendo cerca del Final de los Tiempos. En su mano, miles de miles han logrado a la perfección de la gnosis experimentada y atestiguada (al-macrifat al-cayaniyya al-šahudiyya). Muchos, blancos y negros, vendrán a él cada día en grupos de todas las regiones de la tierra. Entraran en nuestra Ṭarīqa Tiŷāniyya, el depósito del favor Divino y de los dones de la gnosis. Nadie que recibieron de él esta letanía prodigiosa (wird) no dejara de beneficiarse de la asistencia Divina y acceder a los reinos de la gnosis.”[18]

El šayj Ibrāhīm –Dios esté complacido de él– expresó ideas similares en verso, y aquí anuncia las claras implicaciones sociales de la doctrina de la fayḍa.

Me había dado como un ofrecimiento, y Él me había escogido como Su amigo.

Dije: “No existe sino Dios, y Muḥammad ha sido enviado por Dios.”

Entonces de mí desbordó su secreto

Nadie viene a mí

Y no conoce a Dios, el Eterno Sostenedor

Joven o viejo -

Desde el Amado, el Santuario, ha venido cerca -

Hombres o mujeres

Mendigos, vagabundos o soberanos

Había deseado, que su inundación (fayḍa) hubiera impregnado todas las tierras secas

Los océanos habrán llevado a cabo Sus misterios

Todos los habrán conocido

Cada uno, pero oír

no es igual a ver.

Y la vez próxima tú verás milagros

El proceder de la inundación de este Sello, líder los nobles

Todo esto es al-fayḍat al-tiŷāniyya:

Es la ayuda del Elegido del mundo, al-cAdnāni el profeta

Todo esto es un favor del Benefactor,

Al cual adoro secretamente y abiertamente,

Quién me creó de hecho para curar la fractura,

Para mí soy de hecho el depositario (wakil) del Secreto del Secreto.19[19]

El šayj Hassan Cisse –Dios esté complacido de él–, ha explicado que la “fractura” se refiere a la separación entre el hombre y Dios y al estancamiento de la religión. El šayj Ibrāhīm –Dios esté complacido de él– dijo en otro poema:

“Y por mí la gran opresión (jawr) ha sido levantada; Y seguramente, es por mi desbordamiento que la religión ha obtenido una posición elevada.”20[20]

El šayj Hassan Cisse –Dios esté complacido de él–, continua diciendo, que este verso (escrito después de la independencia) precedido por la aseveración del Šayj –Dios esté complacido de él– que no está hablando desde la perplejidad o de la intoxicación, se refiere a la opresión de la regla colonial.[21] Más significativo para nuestro tiempo es quizás, la asociación que hace el šayj Ibrāhīm –Dios esté complacido de él– de la fayḍa con una consolidación de la fe para todos los musulmanes.

La sabiduría de que la fayḍa aparezca en esta edad de corrupción, está en la debilidad de la fe en los corazones de la gente, así como en la abundancia de las sectas equivocadas que están engañando a otros. Sin embargo, esta ummah esta dotada de Misericordia (de Dios), por lo tanto, las ciencias (divinas) y las realidades (de Dios) se han vertido en ellos (mediante la fayḍa), de modo que ellos puedan volver al estado natural de (fe) Imān.[22]

Al poseer la fayḍa, el šayj Ibrāhīm –Dios esté complacido de él– personificó así, la Gracia de Dios que desbordaba y la ayuda de Dios a la raza humana; más especialmente para aquellos que deseaban conocer a Dios, pero también a aquellos cuya fe había sido probada o que sufrían de varias formas la fractura social y política. En un hermoso poema, del libro titulado Sirr al-Akbār, el šayj Ibrāhīm –Dios esté complacido de él– escribió,

Y he llegado a ser un hombre de las fuentes (cayūn), y su esencia (del profeta) (cayn)

Y he llegado a ser el soporte espiritual de los Árabes y de los no Árabes

Por mi desbordamiento, la tierra y el mar serán totalmente inundados.[23]

La fayḍa, debe ser acentuado en la conclusión, es un asunto Divino. La idea no fue innovada por el šayj Ibrāhīm –Dios esté complacido de él–, ni es separable de su misión histórica. Un consejo práctico del šayj Ibrāhīm –Dios esté complacido de él– respecto a la fayḍa, a uno de sus discípulos proporciona un consejo útil a todos los aspirantes Tiŷānī:

«... و قد قرر الله تعالى من سابق حكمه أن إفاضة هذه الفيضة في الطريقة التجانية على يد صاحبها رضي الله عنه, وهو صاحب الفيضة يضعها أين شاء بتقدير العزيز الجبار. والفيضة تعم الآفاق بحول الله وقدرته لا يمسكها أحد ولا يوقفها أحد ولا يحبسها شيء لابد تمتد على البسيطة حيث كانت التجانية, وقد ابتلى الله بعض المشايخ وبعض الرؤساء المقدمين بإعمال المكائد وادّعاء الدعاوي الكاذبة طلباً لإطفاء نور الله ويأبى الله إلاّ أن يتم نوره, وأنت حبيبي منذ أنا يافع, فلذا كتبت إليك, واحذرك من أن تكون ممن يريدون إطفاء نور الله شفقة بك لا حرساً على ظهور الفيضة فإنها تظهر بحول الله وقوته, ومن أراد كتمها فلا يزيدها إلا ظهورا, ومن أراد تنفير الناس عنها وعن صاحبها فإنما ينفر الناس عنه لا عنها, وانظر بعين قلبك فترى صدق ما قلته,...»

Dios Altísimo, decidió de antemano y desde su sabiduría, inundar con este desbordamiento (al-fayḍa) la Ṭarīqa Tiŷāniyya en la mano de su dueño (el šayj Ahmad al-Tiŷānī) –Dios esté complacido de él–. Y es él, el dueño del desbordamiento (ṣāḥibu al-fayḍa), quien la coloca donde quiere, por la fuerza del Todopoderoso, el Irresistible. Este desbordamiento (al-fayḍa) abarca los horizontes por la fuerza y el poder de Dios, nadie la puede asir, nadie la puede parar, y nada la puede confinar, debe fluir sobre la tierra dondequiera que se encuentre la Tiŷāniyya. Y Dios ha probado a algunos de los maestros (al-mašā'ij) y a algunos de los jefes muqaddam, por su elaboración de intrigas y falsas pretensiones, pidiendo la extinción de la luz de Dios, pero Dios ha querido colmar Su luz, tu eres mi amigo de juventud, por lo tanto te escribo, te prevengo en contra de ser uno de ésos que desean extinguir la luz Dios, te tengo afecto, no soy el protector de la manifestación de la fayḍa, en verdad ella se manifiesta por la fuerza y el poder de Dios. Quién la quiera encubrir, no hace sino manifestarla. Y quién desee alejar a la gente lejos de ella (al-fayḍa) y de su dueño, en verdad que alejará a la gente de él y no de ella, y mira con el ojo de tu corazón y verás que es cierto lo que te digo…[24]

Explicando la elaboración histórica de la fayḍa mediante el šayj Ibrāhīm Nyasse –Dios esté complacido de él–, la personificación actual de al-fayḍat al-tiŷaniyya, el šayj Hassan Cisse –Dios esté complacido de él–, da algunas observaciones sugerentes, al respecto de la misión histórica de la fayḍa:

Tales eran las enseñanzas del dueño de la fayḍa. Él, en efecto, ha propagado el Islam y la ṭarīqa a través del mundo de una manera sin igual. La ṭarīqa ha continuado propagándose alrededor del mundo, A Dios gracias y la alabanza pertenece a Él, por medio de sus hijos, de los descendientes y de los discípulos, hasta que ha alcanzado América, Trinidad, Indonesia, Pakistán, Malasia, Moscú y a otras partes. Hoy, el número de Tiŷāni-s en Nigeria excede de cuarenta millones y la cadena de transmisión iniciática (silsila) para la mayoría de ellos pasa por el šayj Ibrāhīm –Dios esté complacido de él–, directa o indirectamente.

El historiador Amir Shakib Arsalan escribió sobre el siglo diecinueve, “Si los ejércitos Tiŷānī no hubieran sido derrotados a finales del siglo 19, el conjunto de África se hubiera convertido en un imperio Tiŷānī.” Pero a pesar de esta derrota, y a pesar de sus detractores y enemigos, la ṭarīqa ha continuado propagándose, abriendose camino, en cada rincón del mundo. De hecho, a través de sus enseñanzas Aḥamadi-s, Muḥmmadi-s, la ṭarīqa ha penetrado en los corazones de la gente de todas las razas y naciones. Hace tiempo, el Dueño de al-Faydat al-Tiŷāniyya, el šayj Ibrahim Nyass (Dios esté complacido de él), dijo que su llamada abarcaría los horizontes y se extenderia por todas las partes de la tierra. Él había predicho esto, en un momento en que su comunidad, eran solamente algunas personas que vivían en la aldea de Kosi, una granja en las afueras de Kaolack, Senegal. Treinta años después de aquel suceso, damos testimonio hoy, que la ṭarīqa ha alcanzado, en efecto, todos los rincones del mundo, como él dijo, quiera Dios estar complacido de él.[25]

 

[1] Andrea Brigaglia, “The Fayda Tijaniyya of Ibrahim Nyass: Genesis and Implications of a Sufi Doctrine,” en Islam et Sociétés au sud du Sahara,14-15 (2000-2001).

[2] Brigaglia, “Fayda,” p. 44.

[3] Titus Burkhardt, La Sagesse des prophètes; cited in Brigaglia, “Fayda,” p. 44.

[4] Otras obras Tiŷānī, tal como Kitāb rimāḥ ḥizb al-raḥīm calà nuḥūr ḥizb al-raŷīm y Kāšf al-Ilbās asimismo se inician utilizando fayḍ.

[5] Kitāb al-ŷāmic; citado en Abun-Nasr, p. 32.

[6] Ŷawāhir al-macānī; citado en Brigaglia, “Fayda”, p. 46. He alterado levemente la traducción de la original de Brigaglia.

[7] Aḥmad Sukayriŷ, Kašf al-ḥiŷāb.

[8] Al-ifādat al-Aḥmadiyya; citado en Cisse, “Shaykh al-Islam Ibrahim Niasse: Revivalist of the Sunnah.”

[9] Muḥammad ibn Jair, citado en Kašf al-Ilbās, p. 88.

[10] Muḥammad al-Naẓifi, cited by Šayj Ḥassan Cisse, “The Tariqa Tijaniyya: Characteristics and Merits” (Speech at the International Forum of the Followers of the Tijaniyya Order, 28 June 2007).

[11] Kāšf al-Ilbās, p. 86-104.

[12] Brigaglia, “Fayda,” p. 47.

[13] Parabola relatada por el šayj Ibrahim Nyasse a Ibrahim Mahmud Diop and quoted in Shaykh Hassan Cisse, Revivalist of the Sunnah, pp. 11-12.

[14] Šayj Hassan Cisse, Revivalist of the Sunnah, p. 15.

[15] Šayj Ibrahim aquí comenta una opinión transmitida por el šayj al-‘Arabi b. Sa’ih, donde la aparición de la fayda, realizaría una predicción más temprana, transmitida dentro de la Tijaniyya y que dice que " todas las órdenes de Sufi se harían una " con aparición del Mahdi. Shaykh Ibrahim, sin embargo, nunca (a mi conocimiento) asoció la doctrina de fayda con la emergencia del Mahdi.

[16] Kāšf al-Ilbās, p. 87-88.

[17] Šayj Ḥassan Cisse, “The Tariqa Tijaniyya: Characteristics and Merits,” speech at the Tijani Forum in Fes, June, 2007.

[18] Saydi Ali Cisse, “Tarŷumat al-Mu'alif”, introduction to Kāšf al-Ilbās, p. 13.

[19] Nafahat al-Malik al-Ganiy, en Majmuc Rihlat, p. 110-111.

[20] Dawawin al-Sit, p. 156.

[21] Interview with Šayj Ḥassan Cisse, Detroit, Michigan, 30 May 2007.

[22] Kāšf al-Ilbās, p. 90.

[23] Sirr al-Akbar, p. 436.

[24] Ŷawāhir al-Rasā'il, v. I, p. 13.

[25] Šayj Ḥassan Cisse, “The Tariqa Tijaniyya: Characteristics and Merits.”

 

 

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